UD.-
3 La diversidad climática.
Contenidos
prescritos por Selectividad.
4.-
Caracterización general del clima en España.
-
Los factores climáticos.
-
Los elementos climáticos y su distribución espacial.
5.-
Los dominios climáticos en España.
-
Los principales tipos de climas y sus características.
-
La distribución geográfica del clima en España.
4.-
Caracterización general del clima en España.
-4.1.-
Los factores climáticos.
Los
factores son las variables que ejercen una influencia permanente e
inalterable sobre el clima.
Pueden
agruparse en dos conjuntos: los factores geográficos y los factores
termodinámicos.
Los
factores geográficos son cuatro: la latitud, la situación,
la influencia del mar y el relieve.
a.-
La latitud de España, en la zona templada del hemisferio norte,
determina la existencia de dos estaciones bien marcadas, verano e
invierno, separadas por dos de transición, primavera y otoño.
b.-
La situación de la península, entre dos grandes masas de agua de
características térmicas distintas, el océano Atlántico y el mar
Mediterráneo, y entre dos continentes, Europa y África; la
convierten en lugar de encrucijada de diferentes masas de aire.
c.-
La influencia del mar es escasa en la Península debido a su gran
anchura, sus costas poco recortadas, y la existencia de relieve
montañosos paralelos a la costa. Este hecho establece claras
diferencias climáticas entre una estrecha periferia abierta al mar,
y un ancho núcleo de tierras interiores caracterizado por la
continentalidad o ausencia de influencia marina.
d.-
El relieve influye en el clima por su altitud, por su disposición y
por su orientación.
d.1.-
La altitud hace disminuir la temperatura unos 0,5ºC/0,6ºC por cada
100 metros de ascenso y hace aumentar las precipitaciones al
enfriarse y condensarse el aire.
d.2.-
La disposición del relieve tiene varias repercusiones:
Facilita
o dificulta la penetración de la influencia marina. En la
Península, la existencia de sistemas montañosos paralelos a la
costa frena la influencia del mar, que solo entra con claridad por el
valle del Guadalquivir. 1
Facilita
o dificulta la penetración de determinadas masas de aire. En la
Península, la posición oeste-este de la mayoría de los relieves
montañosos dificulta la entrada de las masas de aire procedentes del
sur o del norte. En cambio, favorece la penetración de las masas de
aire del oeste; aunque el carácter macizo de la península hace que
al adentrarse en el interior pierdan gran parte de su humedad y
extremen su temperatura.
Reduce
las precipitaciones en las cuencas encerradas por las montañas. Es
el caso de la cuenca del Duero y del Ebro, donde las masas de aire
descargan su humedad en los sistemas montañosos que las bordean.
d.3.-
La orientación de las vertientes montañosas respecto al viento
dominante crea precipitaciones orográficas y efecto föenhn. Así,
en las laderas de barlovento expuestas al ascenso del aire, se
originan precipitaciones orográficas, o estancamiento de nubes que
ocasionan precipitaciones “horizontales”. En cambio, en las
laderas de sotavento por las que desciende el aire reseco se produce
recalentamiento y sequedad (efecto föehn). Este efecto es muy
notorio en las islas Canarias o en Sierra Nevada (Granada –
Almería).
Además,
la orientación origina contrastes climáticos locales entre la
solana (vertientes orientadas al sol) y las umbrías (orientadas al
norte), casi siempre en sombra, que son más frías y húmedas
(Alpujarra – Marquesado).
Los
factores termodinámicos.
Son
los responsables de la circulación atmósférica o sucesión de
masas de aire, que determina los distintos tipos de tiempo
atmósférico y de clima.
La
circulación atmósférica está regida en altura por la corriente en
chorro, y en superficie, por los centros de acción, las masas de
aire y los frentes.
a.-
La circulación en altura: la corriente en chorro.
En
la zona templada donde se sitúa España, la circulación atmósférica
en altura está dirigida por la corriente en chorro o jet stream. Se
trata de una fuerte corriente de viento, de estructura tubular, que
circula en dirrección oeste-este entre los nueve y once kilómetros
de altitud. El chorro separa las bajas presiones existentes en altura
sobre el polo, que quedan a la izquierda de la trayectoria, de las
altas presiones tropicales, situadas a su derecha.
La
corriente en chorro es la responsable del tiempo en superficie. Este
depende de las variaciones que experimenta la velocidad de la
corriente y de sus desplazamientos estacionales:
- La
velocidad de la corriente es variable. Cuando circula rápido, a más
de 150km/h, tiene un trazado casi zonal (oeste-este), con suaves
ondulaciones, que corresponde en superficie con el frente polar y sus
borrascas. Pero cuando su velocidad disminuye, describe profundas
ondulaciones: crestas o dorsales que originan altas presiones y
valles o vaguadas que generan bajas presiones. Ambas se reflejan en
superficie y dan lugar a anticiclones y borrascas dinámicos. Las
ondulaciones, que pueden llegar a desprenderse del chorro principal,
permiten al aire tropical desplazarse hacia el norte al aire polar
penetrar muy al sur, lo que confiere gran variabilidad al tiempo de
la zona templada.
2
-
Los desplazamientos estacionales del chorro en latitud determinan que
en invierno, cuando circula más al sur, afecte al conjunto de
España. En cambio, en verano se traslada hacia el norte y suele
incidir solo en la franja cantábrica peninsular.
b.-
La circulación en superficie: centros de acción, masas de aire y
frentes.
La
circulación atmósférica en superficie está dirigida por los
centros de acción, masas de aire y frentes.
b.1..-
Los centros de acción son áreas de altas y bajas presiones. La
presión atmósférica es el peso del aire sobre una unidad de
superficie. Se mide en milibares (mbar) o hectopascales (hPa) con el
barómetro y se representa en los mapas del tiempo mediante isobaras
o líneas que unen puntos con la misma presión. En estos mapas,
las isobaras van de 4 en en 4 mbar y suele redondearse la presión
normal a 1016 mbar.
Los
tipos de centros de acción son los anticiclones y las borrascas. Los
anticiclones son áreas de altas presiones (más de 1016 mbar)
rodeadas por otras de presión más bajas. El viento gira en torno a
ellos en el sentido de las agujas del reloj y producen tiempo
estable. Las borrascas, depresiones o ciclones son áreas de bajas
presiones (menos de 1016 mbar) rodeadas de otras de presión más
alta. El viento gira en torno a ellas en sentido contrario a las
agujas del reloj y producen tiempo inestable, frecuentemente
lluvioso.
El
origen de los centros de acción puede ser térmico o dinámico:
Los
centros de acción térmicos se originan por el enfriamiento o
calentamiento del aire. Un anticiclón térmico se forma cuando una
masa de aire se enfría: pesa más, desciende y ejerce una alta
presión. Una baja térmica se forma cuando el aire se calienta: pesa
menos, se eleva y ejerce una baja presión.
Los
centros de acción dinámicos se forman a partir de las
crestas y las vaguadas de la corriente en chorro, que se reflejan en
superficie: las crestas crean anticiclones y las vaguadas originan
borrascas.
Los
principales centros de acción que dirigen la circulación
atmosférica sobre la península son los siguientes:
-
Centros de acción anticiclónicos: el anticiclón de las Azores, que
en verano se desplaza hacia el norte y en invierno hacia el sur. Los
anticiclones polares atlánticos. El anticiclón escandinavo. Y los
anticiclones térmicos del continente europeo y del interior de la
península, formado por el enfriamiento del suelo en invierno.
-
Centros de acción depresionarios: la depresión de Islandia. La
depresión del Golfo de Génova, formada cuando coladas de aire frío
continental europeo llegan al Mediterráneo, más cálido y húmedo.
Y las depresiones térmicas del norte de África y del interior
peninsular formadas por el calentamiento del suelo en verano.
b.2.-
Las masas de aire son porciones de aire con unas características
concretas de temperaturas, humedad y presión. Estas características
las adquieren en su región de origen o regiones manantiales. España,
debido a su latitud, recibe masas de aire frías árticas (A) o
polares ℗ y masas de airea tropicales (T). Las tres, dependiendo
de la superficie sobre las que se originan, pueden ser márítimas
húmedas (m) o continentales (c). Estas características originales
pueden modificarse si las masas de aire recorren grandes distancias.
b.3.-
Los frentes son superficies que separan dos masas de aire de
características distintas. Por tanto, a ambos lados de un frente se
produce un cambio brusco de las propiedades del aire. En España, el
frente más importante es el frente polar, que separa las masas de
aire tropical y polar. Sus ondulaciones originan borrascas de dos
frentes, uno frío y otro cálido, los cuales provocan
precipitaciones.
4.2.-
Los elementos del clima y su distribución espacial.
Los
elementos del clima son los componentes observables y medibles de la
atmósfera. Los más importantes son la insolación, la nubosidad, la
temperatura, la humedad, la presión, el viento, las precipitaciones,
la evaporación, la evapotranspiración y la aridez.
a.-
La insolación y la nubosidad.
a.1.-
La insolación. Es la cantidad de radiación solar recibida
por la superficie terrestre. En España, por su latitud, se superan
las 2.000 horas de sol al año. No obstante, existen marcados
contrastes entre la cornisa cantábrica, que no alcanza los valores
medios, y las áreas de elevada insolación, como el sureste
peninsular y Canarias.
a.2.-
La nubosidad es el estado de la atmósfera en el que el cielo
aparece cubierto de nubes, en mayor o menor grado. En España, el
área con mayor nubosidad es la cornisa cantábrica. El mayor número
de días despejados corresponde al valle del Gudalquivir, la costa
suratlántica peninsular, y algunas áreas de Canarias.
b.-
La temperatura del aire.
La
temperatura es el grado de calor del aire. Se mide en grados
centígrados (ºC) con el termómetro.
En
los mapas se representa mediante isotermas o líneas que unen los
puntos con igual temperatura. Los factores que explican la
diversidad de temperaturas de España son tres. La latitud: las
temperaturas disminuyen hacia el norte, al disminuir la
perpendicularidad con la que inciden los rayos solares. La influencia
del mar: los contrastes térmicos son más suaves en la costa y más
fuertes en el interior porque el mar se calienta y se enfría más
despacio que la tierra. Y la altitud: las temperaturas descienden con
la altura.
Dos
aspectos importantes de las temperaturas en relación con el clima
son la amplitud térmica anual y las heladas.
La
amplitud térmica anual es la diferencia entre la temperatura
media del mes más cálido y la del mes más frío. En España, las
amplitudes más bajas se dan en Canarias y en la costa ,
especialmente en las del norte peninsular. La amplitudes más altas
corresponden al interior peninsular.
Las
heladas se producen cuando la temperatura del aire baja de 0ºC.
Entonces, el agua que contiene se congela y se deposita en forma de
hielo sobre las superficies. Pueden ser heladas de irradiación,
producidas por el enfriamiento del suelo en noches despejadas que
se transmite al aire en contacto con él; o heladas de advección
causadas por la llegada de una masa de aire muy fría. En España, el
menor número de heladas se da en las costas, donde el mar suaviza
las temperaturas. El mayor número corresponde a submeseta norte y el
valle del Ebro, donde en invierno son frecuentes las inversiones
térmicas que las producen.
c.-
La humedad, la niebla y la calima.
a.- La humedad del aire es la cantidad de vapor de agua que
contiene. Depende de la proximidad del mar y de la temperatura, pues
disminuye cuando aumenta la temperatura. Por eso, sus valores más
altos se registran en las costas; y decrecen hacia el interior,
alcanzándose los mínimos en la submeseta sur.
b.- La niebla es la suspensión de diminutas gotas de agua en
la capa inferior de la atmósfera, que limitan la visibilidad a menos
de un kilómetro. Se produce cuando el aire de la capa inferior de la
atmósfera se enfría y se condensa. La niebla puede ser de
irradiación, por pérdida nocturna de calor del suelo, propia de
invierno; y de advección, por la llegada de masas de aire cálidas y
húmedas sobre un suelo frío, o por la llegada de masas de aire
frías sobre un suelo más cálido y muy húmedo, como el mar, un
embalse o un río.
c.- La calima es una bruma seca que reduce la visibilidad.
Está causada por la presencia de una gran cantidad de finas
partículas de polvo en las capas bajas de la atmósfera. Se forma en
la España seca en verano, en situación anticiclónica, cuando los
suelos están resecos y las partículas que contienen se elevan y se
mantienen en suspensión por los movimientos ascendentes del aire
originados por el fuerte calentamiento del aire.
4.-
La presión y el viento.
a.- La presión atmosférica depende de las características
de las masas de aire que se sitúan sobre España a lo largo del año.
En la Península dominan en invierno las altas presiones; en otoño y
primavera, las bajas; y en verano, nuevamente las altas, aunque en el
interior se producen bajas térmicas por el calentamiento del suelo.
b.- El viento es el movimiento horizontal del aire respecto a
la superficie terrestre. Se produce a causa de las diferencias de
presión y va siempre desde las altas a las bajas presiones. En la
Península, por su latitud, dominan los vientos del oeste, aunque
existen numerosos vientos locales. Las diferencias de presión
originan también vientos alternantes, como las brisas marinas y las
de montaña.
5.-
La precipitación.
La precipitación es el agua que cae a la superficie terrestre
procedente de las nubes, tanto en forma líquida como sólida. Se
mide con el pluviómetro en milímetros (mm) o litros por metro
cuadrado. En los mapas se representan mediante isoyetas o líneas
que unen puntos de igual precipitación.
La causa de la precipitación es la elevación, enfriamiento y
condensación del vapor de agua contenido en el aire. Según el
motivo de la elevación del aire, la precipitación puede ser
orográfica (debido al relieve); convectiva (por el calentamiento del
suelo); o de frente (al entrar en contacto dos masas de aire de
características distintas, la fría se introduce por debajo de la
cálida, obligándola a ascender).
Los factores que explican la notoria variabilidad interanual,
estacional y espacial de las precipitaciones en España son tres:
- La latitud y la situación: determinan el predominio y la sucesión
anual de borrascas o de anticiclones.
5
- La apertura al mar: en las zonas aisladas de la influencia marina,
el frío de invierno favorece la formación de anticiclones; y el
calor del verano dificulta la condensación del aire, aunque puede
provocar precipitaciones convectivas de carácter tormentoso.
- El relieve: las precipitaciones aumentan con la altitud y
disminuyen en las zonas encerradas por las montañas.
6.-
La evaporación, la evapotranspiración y aridez.
a.- La evaporación es el proceso por el cual el agua se
transforma en vapor a temperatura ambiente. La intensidad de la
evaporación crece cuando aumentan la temperatura, la insolación, la
sequedad del aire, la velocidad del viento y la desprotección
vegetal del suelo. Por tanto, se incrementa de norte a sur en
verano, y en las horas centrales del día.
b.- La evapotranspiración es la pérdida de humedad de la
superficie terrestre debida a la insolación y a la transpiración de
las plantas y del suelo. La evapotranspiración real es la que se
produce verdaderamente, y la evapotranspiración potencial (ETP), la
que se produciría en caso de existir una cantidad suficiente de
agua.
c.- La aridez es la insuficiencia de agua en el suelo y en la
atmósfera. Se produce cuando la precipitación es inferior a la
evaporación. Por tanto, depende de la relación existente entre la
precipitación y la temperatura, que determina en su mayor parte la
evaporación del agua. Así, la aridez es mayor cuanto menos es el
volumen de precipitación y cuanto más alta es la temperatura. Para
calcular la aridez existen diversos índices:
- La aridez mensual suele medirse con el índice de Gaussen. Un mes
es árido cuando 2T ºC > P mm; es decir, cuando el doble de su
temperatura media es mayor o igual que el total de las
precipitaciones en mm.
- La aridez general de una zona puede calcularse con el índice de De
Martonne: P/T + 10; es decir, el total de precipitación dividido
entre la temperatura media anual más diez. Se habla entonces de zona
húmeda (índice superior a 30); semihumeda (entre 30 y 20);
semiárida (entre 20 y 10); esteparia (entre 10 y 5) y desértica
(entre 5 y 0).
5.0.
Los tipos de tiempo en España (Para comentario de mapas)
La circulación atmósférica en altura y en superficie da lugar a la
sucesión de diversas situaciones atmosféricas a lo largo del año
que constituyen los tipos de tiempo.
a.- En la Península y Baleares, los tipos de tiempo más frecuentes
son los siguientes:
En invierno predomina el tiempo anticiclónico y seco. Está causado
por los anticiclones térmicos del interior peninsular y de
Centroeuropa (situación del N.E.) y por los anticiclones polares
atlánticos (situaciones del N y NO). No obstante, el descenso en
latitud de la corriente en chorro y del anticiclón de las Azores
permite una mayor incidencia del frente polar y de las borrascas
atlánticas (situaciones del oeste y SO).
En verano domina el tiempo anticiclónico seco y caluroso. Está
causado principalmente por el anticiclón de las Azores, que asciende
en latitud en esta época del año, y secundariamente por el
anticiclón continental del norte de África. Ocasionalmente, pueden
producirse tormentas por el calentamiento del suelo, o por la
penetración de masas de aire frías en altura, que desencadena una
gran inestabilidad.
En otoño y primavera, el tiempo es variable. Existen situaciones
anticiclónicas semejantes a las de invierno o las del verano; y
precipitaciones ligadas al peso de las borrascas atlánticas, a
situaciones del este en el Mediterráneo, y a gotas frías.
b.- En Canarias, el tiempo normal o “tiempo de los alisios” es
estable. Está determinado por la presencia del anticiclón de las
Azores y del viento alisio del NE, fresco y húmedo, originado en su
borde oriental. Cuando el anticiclón se mueve, penetran otras masas
de aire. En invierno, el aire polar marino causa temporales o
intensas precipitaciones en poco tiempo. En verano, el aire sahariano
seco del este o del sureste ocasiona olas de calor (el llamado
“tiempo del sur”).
5.-
Los dominios climáticos en España.
-
Los principales tipos de climas y sus características.
-
La distribución geográfica del clima en España.
El territorio español se caracteriza por una amplia diversidad de
climas. Los principales son el clima oceánico, el mediterráneo con
sus distintas variedades, el de montaña y el subtropical de
Canarias.
1.-
El clima oceánico.
El área de clima oceánico ocupa el norte de la península ibérica:
la cornisa cantábrica y Galicia.
Las precipitaciones son abundantes y regulares. El total anual supera
los 800 mm y los días de lluvia son más de 150 al año.
Su distribución a lo largo del año es bastante regular, ya que esta
área se encuentra bajo la continua acción de las borrascas del
frente polar. No obstante, suele darse un máximo de precipitación
en invierno o en otoño-invierno, debido a la mayor frecuencia de
paso de estas borrascas; y un mínimo relativo de verano causado por
la influencia del anticiclón de las Azores, desplazado al norte.
Este mínimo puede dar lugar a un máximo de dos meses secos, que
marca la transición al clima mediterráneo continentalizado.
La forma en la que caen las precipitaciones es suave, lo que favorece
su filtración en el suelo.
Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica baja en la
costa y moderada hacia el interior. En la costa la amplitud térmica
es baja debido a la influencia del mar (entre 9ºC y 12 ºC). El
verano es fresco (ningún mes iguala o supera los 22º C); y el
invierno es moderado (la temperatura media del mes más frío está
entre 6 ºC y 10º C).
Hacia el interior, la amplitud térmica es moderada al disminuir la
influencia marina, (entre 12 – 15ºC). Debido a este hecho, el
invierno puede ser frío (baja de 6ºC).
7
2.-
El clima mediterráneo.
El área del clima mediterráneo es la más extensa de España.
Comprende el territorio peninsular al sur de la zona del clima
oceánico, las islas Baleares, Ceuta y Melilla.
Las precipitaciones son moderadas o escasas, irregulares y
tormentosas. El total anual es inferior a los 800 mm, considerándose
moderadas entre los 800 y los 500 mm; y escasas por debajo de los 500
mm. Su distribución es irregular. El verano es seco debido a la
influencia del anticiclón de las Azores, desplazado hacia el norte
en esta época del año. El máximo tiene lugar en otoño y
primavera, salvo en las zonas más abiertas al Atlántico, donde se
produce en invierno.
La forma en la que caen las precipitaciones es tomentosa en muchas
ocasiones. Este hecho origina una fuerte erosión del suelo en las
áreas desprovistas de vegetación.
Las temperaturas varían con la latitud y la distancia al mar.
Dentro del clima mediterráneo se distinguen tres subtipos: marítimo,
continentalizado y seco.
2.1.-El
clima mediterráneo marítimo.
El área del clima mediterráneo marítimo comprende la costa
mediterránea peninsular (menos el SE), la costa suratlántica, las
islas Baleares, Ceuta y Melilla.
Las precipitaciones son moderadas o escasas, entre los 800 mm y los
300 mm al año.
En la costa suratlántica, las precipitaciones son más abundantes,
por la mayor influencia de las borrascas atlánticas, sobre todo de
las formadas en el SO peninsular y en el golfo de Cádiz. De ahí el
nombre de mediterráneo suboceánico que designa también a esta
variedad climática. Su máximo principal es el invierno o en
otoño-invierno.
En la costa mediterránea, las precipitaciones son menores por las
borrascas atlánticas pierden su humedad al atravesar la Península
y las barreras montañosas paralelas a la costa mediterránea. Su
máximo principal es en otoño, debido a las tormentas ocasionadas
por el contraste entre las aguas cálidas del Mediterráneo y la
tierra, que se enfría más deprisa. También puede producirse por la
llegada de masas de aire del este procedentes del continente europeo
que ascienden por las cordilleras litorales; o por gotas frías e
irrupciones de aire frío en altura motivadas por el inicio del
descenso en latitud de la corriente en chorro.
Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica moderada
(12 º C – 15/16 ºC) debido a la calidez del Mediterráneo. El
verano es caluroso (igual o supera los 22ºC) y el invierno es suave
( el mes más frío no baja de 10º C).
2.2.-
El clima mediterráneo continentalizado.
El área del clima mediterráneo continentalizado comprende el
interior peninsular, menos la zona media del valle del Ebro.
Las precipitaciones son moderadas o escasas, también entre los 800
mm y los 300 mm anuales. Su volumen es algo mayor en el sector
occidental del interior peninsular. En el sector occidental
peninsular, las precipitaciones son más abundantes, por la mayor
frecuencia de paso de las borrascas atlánticas. Su máximo principal
es en invierno o en otoño invierno.
En el centro de las depresiones castellanas y del Ebro, las
precipitaciones son menores, debido a su encajamiento entre montañas.
Su máximo tiene lugar en las estaciones equinociales, sobre todo en
primavera, cuando se debilitan los anticiclones invernales. Estos se
forman por el frío del suelo y pueden ocasionar un mínimo
secundario de precipitaciones en invierno. .
Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica alta
(superior a los 16ºC), debido al alislamiento de la influencia del
mar. Las variaciones térmicas permiten distinguir tres subtipos
climáticos:
- La submeseta norte, las tierras altas de Guadalajara, Teruel y
Cuenca, tienen veranos frescos (inferior a los 22º C) e inviernos
fríos (el mes más frío baja de los 6ºC) con frecuentes heladas y
nieblas.
- La submeseta sur y los bordes del valle del Ebro tienen veranos
calurosos (igual o superior a los 22º C) e inviernos fríos, aunque
con menor incidencia de las heladas.
Extremadura y el interior andaluz tienen veranos muy calurosos e
inviernos moderados (el mes más frío entre los 6ºC y los 10ºC).
2.3.-
El clima mediterráneo seco, subdesértico o estepario.
El área del clima mediterráneo seco, subdesértico o estepario,
comprende el SE peninsular y la zona media del valle del Ebro.
Las precipitaciones son muy escasas, entre los 300 y los 150 mm, lo
que le da carácter estepario..
En el SE, la aridez obedece a tres causas: la zona se encuentra
protegida de las borrascas atlánticas por los relieves de las
cordilleras Béticas; llegan con dificultad las borrascas
mediterráneas; y son frecuentas las masas de aire secas procedentes
de África. Solo las borrascas que penetran por el Estrecho de
Gibraltar o las formadas ocasionalmente en el mar de Alborán
provocan precipitaciones. En el cabo de Gata se llega al clima
desértico (menos de 150 mm de precipitación anual).
En la zona media del valle del Ebro, la aridez se debe al
encajamiento entre montañas. Estas montañas hacen que desciendan
secas hacia el valle del Ebro las masas de aire del norte que
ascienden por los Pirineos; las borrascas atlánticas que alcanzan el
sistema Ibérico; y las masas de aire del Mediterráneo que ascienden
por la Cordillera Costero Catalana.
Las temperaturas varían con la latitud y la distancia al mar. En
función de ambas se distinguen:
- La estepa cálida de la costa del SE, con temperatura media anual
en torno a 17º C – 18 º C e inviernos muy suaves (no bajan de los
10º C).
- La estepa fría del interior del SE (este de la Mancha y Albacete)
y de la zona media del valle del Ebro, con temperatura media anual
inferior a 17º C e inviernos moderados o fríos (entre los 6º C y
los 10 º C o por debajo de 6º C, respectivamente).
9
3.-
El clima de montaña.
El área de clima de montaña comprende los territorios montañosos
situados a más de 1.000 m de altitud. Sus características están
determinadas por la altura, pues a medida que se incrementa, las
precipitaciones aumentan y las temperaturas disminuyen.
Las precipitaciones son muy abundantes: suelen superar los 1.000 mm
al año.
Las temperaturas se caracterizan por una media anual baja (inferior a
10º C) y por inviernos fríos, en los que algún mes se sitúa cerca
o por debajo de 0º C. Por este motivo son frecuentes las
precipitaciones en forma de nieve. Estas características muestran
algunas variaciones en función de la latitud y del área climática.
a.- Las montañas incluidas en el área mediterránea reciben un
volumen menor de precipitaciones; y pueden tener uno o dos meses
secos en verano. En el caso de las Béticas, por su latitud
meridional, el total puede bajar de los 1.0000 mm, los meses secos
pueden llegar a cuatro (la altitud no compensa el predominio de las
altas presiones); y la temperatura media puede superar los 10º C,
dado que el invierno es menos frío, aunque baja de 6º C; y el
verano es caluroso.
4.-
El clima subtropical de Canarias.
Las islas Canarias cuentan con un clima subtropical original debido a
la influencia de diversos factores:
- Su situación meridional, próxima al trópico de Cáncer y a las
costas africanas, aporta influencias variadas. Dominan el anticiclón
de las Azores y el viento alisio del NE, que origina temperaturas
suaves todo el año. Cuando el anticiclón se desplaza, permite el
paso de las borrascas atlánticas en invierno y del aire sahariano en
verano.
La corriente fría de Canarias, entre las islas y el continente
africano, enfría las aguas superficiales más de lo que le
corresponde por su latitud e incrementa la estabilidad del aire en
verano.
El relieve hace disminuir las temperaturas; y su orientación provoca
en las vertientes a barlovento del alisio, cuantiosas precipitaciones
y nubosidad abundante (mar de nuebes).
La influencia de estos factores da lugar a un tipo de clima
caracterizado por los siguientes rasgos:
a.- En las zonas bajas, las precipitaciones son muy escasas. En las
islas occidentales se encuentran entre los 300 y los 150 mm anuales
(clima subdesértico o estepario); y en Lanzarote, Fuerteventura y
tierras bajas de Gran Canaria no alcanza los 150 mm anuales (clima
desértico). Estos escasos valores se explican por el predominio
anual del anticiclón de las Azores. El máximo relativo tiene lugar
en invierno, debido a las borrascas atlánticas. Las temperaturas son
cálidas todo el año ya que ningún mes desciende de los 17º C. Por
tanto, la amplitud térmica es muy baja (inferior a 8º C).
En las medianías (territorio entre los 600 y los 1.500 mts), las
precipitaciones se incrementan y pueden alcanzar los 1.000 mm en las
vertientes a barlovento del alisio; en cambio, las temperaturas
disminuyen. Y en las zonas más elevadas de Tenerife y La Palma, por
encima del mar de nubes (más de 1.500 mts), las precipitaciones se
reducen (no suelen rebasar 400/500 mm), y la temperatura media baja
de los 10º C, por lo que en invierno puede llegar a nevar.
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UD.- 2 La diversidad climática.
Contenidos
prescritos por Selectividad.
4.-
Caracterización general del clima en España.
-
Los factores climáticos.
-
Los elementos climáticos y su distribución espacial.
5.-
Los dominios climáticos en España.
-
Los principales tipos de climas y sus características.
-
La distribución geográfica del clima en España.
4.-
Caracterización general del clima en España.
-4.1.-
Los factores climáticos.
Los
factores son las variables que ejercen una influencia permanente e
inalterable sobre el clima.
Pueden
agruparse en dos conjuntos: los factores geográficos y los factores
termodinámicos.
Los
factores geográficos son cuatro: la latitud, la situación,
la influencia del mar y el relieve.
a.-
La latitud de España, en la zona templada del hemisferio norte,
determina la existencia de dos estaciones bien marcadas, verano e
invierno, separadas por dos de transición, primavera y otoño.
b.-
La situación de la península, entre dos grandes masas de agua de
características térmicas distintas, el océano Atlántico y el mar
Mediterráneo, y entre dos continentes, Europa y África; la
convierten en lugar de encrucijada de diferentes masas de aire.
c.-
La influencia del mar es escasa en la Península debido a su gran
anchura, sus costas poco recortadas, y la existencia de relieve
montañosos paralelos a la costa. Este hecho establece claras
diferencias climáticas entre una estrecha periferia abierta al mar,
y un ancho núcleo de tierras interiores caracterizado por la
continentalidad o ausencia de influencia marina.
d.-
El relieve influye en el clima por su altitud, por su disposición y
por su orientación.
d.1.-
La altitud hace disminuir la temperatura unos 0,5ºC/0,6ºC por cada
100 metros de ascenso y hace aumentar las precipitaciones al
enfriarse y condensarse el aire.
d.2.-
La disposición del relieve tiene varias repercusiones:
Facilita
o dificulta la penetración de la influencia marina. En la
Península, la existencia de sistemas montañosos paralelos a la
costa frena la influencia del mar, que solo entra con claridad por el
valle del Guadalquivir. 1
Facilita
o dificulta la penetración de determinadas masas de aire. En la
Península, la posición oeste-este de la mayoría de los relieves
montañosos dificulta la entrada de las masas de aire procedentes del
sur o del norte. En cambio, favorece la penetración de las masas de
aire del oeste; aunque el carácter macizo de la península hace que
al adentrarse en el interior pierdan gran parte de su humedad y
extremen su temperatura.
Reduce
las precipitaciones en las cuencas encerradas por las montañas. Es
el caso de la cuenca del Duero y del Ebro, donde las masas de aire
descargan su humedad en los sistemas montañosos que las bordean.
d.3.-
La orientación de las vertientes montañosas respecto al viento
dominante crea precipitaciones orográficas y efecto föenhn. Así,
en las laderas de barlovento expuestas al ascenso del aire, se
originan precipitaciones orográficas, o estancamiento de nubes que
ocasionan precipitaciones “horizontales”. En cambio, en las
laderas de sotavento por las que desciende el aire reseco se produce
recalentamiento y sequedad (efecto föehn). Este efecto es muy
notorio en las islas Canarias o en Sierra Nevada (Granada –
Almería).
Además,
la orientación origina contrastes climáticos locales entre la
solana (vertientes orientadas al sol) y las umbrías (orientadas al
norte), casi siempre en sombra, que son más frías y húmedas
(Alpujarra – Marquesado).
Los
factores termodinámicos.
Son
los responsables de la circulación atmósférica o sucesión de
masas de aire, que determina los distintos tipos de tiempo
atmósférico y de clima.
La
circulación atmósférica está regida en altura por la corriente en
chorro, y en superficie, por los centros de acción, las masas de
aire y los frentes.
a.-
La circulación en altura: la corriente en chorro.
En
la zona templada donde se sitúa España, la circulación atmósférica
en altura está dirigida por la corriente en chorro o jet stream. Se
trata de una fuerte corriente de viento, de estructura tubular, que
circula en dirrección oeste-este entre los nueve y once kilómetros
de altitud. El chorro separa las bajas presiones existentes en altura
sobre el polo, que quedan a la izquierda de la trayectoria, de las
altas presiones tropicales, situadas a su derecha.
La
corriente en chorro es la responsable del tiempo en superficie. Este
depende de las variaciones que experimenta la velocidad de la
corriente y de sus desplazamientos estacionales:
- La
velocidad de la corriente es variable. Cuando circula rápido, a más
de 150km/h, tiene un trazado casi zonal (oeste-este), con suaves
ondulaciones, que corresponde en superficie con el frente polar y sus
borrascas. Pero cuando su velocidad disminuye, describe profundas
ondulaciones: crestas o dorsales que originan altas presiones y
valles o vaguadas que generan bajas presiones. Ambas se reflejan en
superficie y dan lugar a anticiclones y borrascas dinámicos. Las
ondulaciones, que pueden llegar a desprenderse del chorro principal,
permiten al aire tropical desplazarse hacia el norte al aire polar
penetrar muy al sur, lo que confiere gran variabilidad al tiempo de
la zona templada.
2
-
Los desplazamientos estacionales del chorro en latitud determinan que
en invierno, cuando circula más al sur, afecte al conjunto de
España. En cambio, en verano se traslada hacia el norte y suele
incidir solo en la franja cantábrica peninsular.
b.-
La circulación en superficie: centros de acción, masas de aire y
frentes.
La
circulación atmósférica en superficie está dirigida por los
centros de acción, masas de aire y frentes.
b.1..-
Los centros de acción son áreas de altas y bajas presiones. La
presión atmósférica es el peso del aire sobre una unidad de
superficie. Se mide en milibares (mbar) o hectopascales (hPa) con el
barómetro y se representa en los mapas del tiempo mediante isobaras
o líneas que unen puntos con la misma presión. En estos mapas,
las isobaras van de 4 en en 4 mbar y suele redondearse la presión
normal a 1016 mbar.
Los
tipos de centros de acción son los anticiclones y las borrascas. Los
anticiclones son áreas de altas presiones (más de 1016 mbar)
rodeadas por otras de presión más bajas. El viento gira en torno a
ellos en el sentido de las agujas del reloj y producen tiempo
estable. Las borrascas, depresiones o ciclones son áreas de bajas
presiones (menos de 1016 mbar) rodeadas de otras de presión más
alta. El viento gira en torno a ellas en sentido contrario a las
agujas del reloj y producen tiempo inestable, frecuentemente
lluvioso.
El
origen de los centros de acción puede ser térmico o dinámico:
Los
centros de acción térmicos se originan por el enfriamiento o
calentamiento del aire. Un anticiclón térmico se forma cuando una
masa de aire se enfría: pesa más, desciende y ejerce una alta
presión. Una baja térmica se forma cuando el aire se calienta: pesa
menos, se eleva y ejerce una baja presión.
Los
centros de acción dinámicos se forman a partir de las
crestas y las vaguadas de la corriente en chorro, que se reflejan en
superficie: las crestas crean anticiclones y las vaguadas originan
borrascas.
Los
principales centros de acción que dirigen la circulación
atmosférica sobre la península son los siguientes:
-
Centros de acción anticiclónicos: el anticiclón de las Azores, que
en verano se desplaza hacia el norte y en invierno hacia el sur. Los
anticiclones polares atlánticos. El anticiclón escandinavo. Y los
anticiclones térmicos del continente europeo y del interior de la
península, formado por el enfriamiento del suelo en invierno.
-
Centros de acción depresionarios: la depresión de Islandia. La
depresión del Golfo de Génova, formada cuando coladas de aire frío
continental europeo llegan al Mediterráneo, más cálido y húmedo.
Y las depresiones térmicas del norte de África y del interior
peninsular formadas por el calentamiento del suelo en verano.
b.2.-
Las masas de aire son porciones de aire con unas características
concretas de temperaturas, humedad y presión. Estas características
las adquieren en su región de origen o regiones manantiales. España,
debido a su latitud, recibe masas de aire frías árticas (A) o
polares ℗ y masas de airea tropicales (T). Las tres, dependiendo
de la superficie sobre las que se originan, pueden ser márítimas
húmedas (m) o continentales (c). Estas características originales
pueden modificarse si las masas de aire recorren grandes distancias.
b.3.-
Los frentes son superficies que separan dos masas de aire de
características distintas. Por tanto, a ambos lados de un frente se
produce un cambio brusco de las propiedades del aire. En España, el
frente más importante es el frente polar, que separa las masas de
aire tropical y polar. Sus ondulaciones originan borrascas de dos
frentes, uno frío y otro cálido, los cuales provocan
precipitaciones.
4.2.-
Los elementos del clima y su distribución espacial.
Los
elementos del clima son los componentes observables y medibles de la
atmósfera. Los más importantes son la insolación, la nubosidad, la
temperatura, la humedad, la presión, el viento, las precipitaciones,
la evaporación, la evapotranspiración y la aridez.
a.-
La insolación y la nubosidad.
a.1.-
La insolación. Es la cantidad de radiación solar recibida
por la superficie terrestre. En España, por su latitud, se superan
las 2.000 horas de sol al año. No obstante, existen marcados
contrastes entre la cornisa cantábrica, que no alcanza los valores
medios, y las áreas de elevada insolación, como el sureste
peninsular y Canarias.
a.2.-
La nubosidad es el estado de la atmósfera en el que el cielo
aparece cubierto de nubes, en mayor o menor grado. En España, el
área con mayor nubosidad es la cornisa cantábrica. El mayor número
de días despejados corresponde al valle del Gudalquivir, la costa
suratlántica peninsular, y algunas áreas de Canarias.
b.-
La temperatura del aire.
La
temperatura es el grado de calor del aire. Se mide en grados
centígrados (ºC) con el termómetro.
En
los mapas se representa mediante isotermas o líneas que unen los
puntos con igual temperatura. Los factores que explican la
diversidad de temperaturas de España son tres. La latitud: las
temperaturas disminuyen hacia el norte, al disminuir la
perpendicularidad con la que inciden los rayos solares. La influencia
del mar: los contrastes térmicos son más suaves en la costa y más
fuertes en el interior porque el mar se calienta y se enfría más
despacio que la tierra. Y la altitud: las temperaturas descienden con
la altura.
Dos
aspectos importantes de las temperaturas en relación con el clima
son la amplitud térmica anual y las heladas.
La
amplitud térmica anual es la diferencia entre la temperatura
media del mes más cálido y la del mes más frío. En España, las
amplitudes más bajas se dan en Canarias y en la costa ,
especialmente en las del norte peninsular. La amplitudes más altas
corresponden al interior peninsular.
Las
heladas se producen cuando la temperatura del aire baja de 0ºC.
Entonces, el agua que contiene se congela y se deposita en forma de
hielo sobre las superficies. Pueden ser heladas de irradiación,
producidas por el enfriamiento del suelo en noches despejadas que
se transmite al aire en contacto con él; o heladas de advección
causadas por la llegada de una masa de aire muy fría. En España, el
menor número de heladas se da en las costas, donde el mar suaviza
las temperaturas. El mayor número corresponde a submeseta norte y el
valle del Ebro, donde en invierno son frecuentes las inversiones
térmicas que las producen.
c.-
La humedad, la niebla y la calima.
a.- La humedad del aire es la cantidad de vapor de agua que
contiene. Depende de la proximidad del mar y de la temperatura, pues
disminuye cuando aumenta la temperatura. Por eso, sus valores más
altos se registran en las costas; y decrecen hacia el interior,
alcanzándose los mínimos en la submeseta sur.
b.- La niebla es la suspensión de diminutas gotas de agua en
la capa inferior de la atmósfera, que limitan la visibilidad a menos
de un kilómetro. Se produce cuando el aire de la capa inferior de la
atmósfera se enfría y se condensa. La niebla puede ser de
irradiación, por pérdida nocturna de calor del suelo, propia de
invierno; y de advección, por la llegada de masas de aire cálidas y
húmedas sobre un suelo frío, o por la llegada de masas de aire
frías sobre un suelo más cálido y muy húmedo, como el mar, un
embalse o un río.
c.- La calima es una bruma seca que reduce la visibilidad.
Está causada por la presencia de una gran cantidad de finas
partículas de polvo en las capas bajas de la atmósfera. Se forma en
la España seca en verano, en situación anticiclónica, cuando los
suelos están resecos y las partículas que contienen se elevan y se
mantienen en suspensión por los movimientos ascendentes del aire
originados por el fuerte calentamiento del aire.
4.-
La presión y el viento.
a.- La presión atmosférica depende de las características
de las masas de aire que se sitúan sobre España a lo largo del año.
En la Península dominan en invierno las altas presiones; en otoño y
primavera, las bajas; y en verano, nuevamente las altas, aunque en el
interior se producen bajas térmicas por el calentamiento del suelo.
b.- El viento es el movimiento horizontal del aire respecto a
la superficie terrestre. Se produce a causa de las diferencias de
presión y va siempre desde las altas a las bajas presiones. En la
Península, por su latitud, dominan los vientos del oeste, aunque
existen numerosos vientos locales. Las diferencias de presión
originan también vientos alternantes, como las brisas marinas y las
de montaña.
5.-
La precipitación.
La precipitación es el agua que cae a la superficie terrestre
procedente de las nubes, tanto en forma líquida como sólida. Se
mide con el pluviómetro en milímetros (mm) o litros por metro
cuadrado. En los mapas se representan mediante isoyetas o líneas
que unen puntos de igual precipitación.
La causa de la precipitación es la elevación, enfriamiento y
condensación del vapor de agua contenido en el aire. Según el
motivo de la elevación del aire, la precipitación puede ser
orográfica (debido al relieve); convectiva (por el calentamiento del
suelo); o de frente (al entrar en contacto dos masas de aire de
características distintas, la fría se introduce por debajo de la
cálida, obligándola a ascender).
Los factores que explican la notoria variabilidad interanual,
estacional y espacial de las precipitaciones en España son tres:
- La latitud y la situación: determinan el predominio y la sucesión
anual de borrascas o de anticiclones.
5
- La apertura al mar: en las zonas aisladas de la influencia marina,
el frío de invierno favorece la formación de anticiclones; y el
calor del verano dificulta la condensación del aire, aunque puede
provocar precipitaciones convectivas de carácter tormentoso.
- El relieve: las precipitaciones aumentan con la altitud y
disminuyen en las zonas encerradas por las montañas.
6.-
La evaporación, la evapotranspiración y aridez.
a.- La evaporación es el proceso por el cual el agua se
transforma en vapor a temperatura ambiente. La intensidad de la
evaporación crece cuando aumentan la temperatura, la insolación, la
sequedad del aire, la velocidad del viento y la desprotección
vegetal del suelo. Por tanto, se incrementa de norte a sur en
verano, y en las horas centrales del día.
b.- La evapotranspiración es la pérdida de humedad de la
superficie terrestre debida a la insolación y a la transpiración de
las plantas y del suelo. La evapotranspiración real es la que se
produce verdaderamente, y la evapotranspiración potencial (ETP), la
que se produciría en caso de existir una cantidad suficiente de
agua.
c.- La aridez es la insuficiencia de agua en el suelo y en la
atmósfera. Se produce cuando la precipitación es inferior a la
evaporación. Por tanto, depende de la relación existente entre la
precipitación y la temperatura, que determina en su mayor parte la
evaporación del agua. Así, la aridez es mayor cuanto menos es el
volumen de precipitación y cuanto más alta es la temperatura. Para
calcular la aridez existen diversos índices:
- La aridez mensual suele medirse con el índice de Gaussen. Un mes
es árido cuando 2T ºC > P mm; es decir, cuando el doble de su
temperatura media es mayor o igual que el total de las
precipitaciones en mm.
- La aridez general de una zona puede calcularse con el índice de De
Martonne: P/T + 10; es decir, el total de precipitación dividido
entre la temperatura media anual más diez. Se habla entonces de zona
húmeda (índice superior a 30); semihumeda (entre 30 y 20);
semiárida (entre 20 y 10); esteparia (entre 10 y 5) y desértica
(entre 5 y 0).
5.0.
Los tipos de tiempo en España (Para comentario de mapas)
La circulación atmósférica en altura y en superficie da lugar a la
sucesión de diversas situaciones atmosféricas a lo largo del año
que constituyen los tipos de tiempo.
a.- En la Península y Baleares, los tipos de tiempo más frecuentes
son los siguientes:
En invierno predomina el tiempo anticiclónico y seco. Está causado
por los anticiclones térmicos del interior peninsular y de
Centroeuropa (situación del N.E.) y por los anticiclones polares
atlánticos (situaciones del N y NO). No obstante, el descenso en
latitud de la corriente en chorro y del anticiclón de las Azores
permite una mayor incidencia del frente polar y de las borrascas
atlánticas (situaciones del oeste y SO).
En verano domina el tiempo anticiclónico seco y caluroso. Está
causado principalmente por el anticiclón de las Azores, que asciende
en latitud en esta época del año, y secundariamente por el
anticiclón continental del norte de África. Ocasionalmente, pueden
producirse tormentas por el calentamiento del suelo, o por la
penetración de masas de aire frías en altura, que desencadena una
gran inestabilidad.
En otoño y primavera, el tiempo es variable. Existen situaciones
anticiclónicas semejantes a las de invierno o las del verano; y
precipitaciones ligadas al peso de las borrascas atlánticas, a
situaciones del este en el Mediterráneo, y a gotas frías.
b.- En Canarias, el tiempo normal o “tiempo de los alisios” es
estable. Está determinado por la presencia del anticiclón de las
Azores y del viento alisio del NE, fresco y húmedo, originado en su
borde oriental. Cuando el anticiclón se mueve, penetran otras masas
de aire. En invierno, el aire polar marino causa temporales o
intensas precipitaciones en poco tiempo. En verano, el aire sahariano
seco del este o del sureste ocasiona olas de calor (el llamado
“tiempo del sur”).
5.-
Los dominios climáticos en España.
-
Los principales tipos de climas y sus características.
-
La distribución geográfica del clima en España.
El territorio español se caracteriza por una amplia diversidad de
climas. Los principales son el clima oceánico, el mediterráneo con
sus distintas variedades, el de montaña y el subtropical de
Canarias.
1.-
El clima oceánico.
El área de clima oceánico ocupa el norte de la península ibérica:
la cornisa cantábrica y Galicia.
Las precipitaciones son abundantes y regulares. El total anual supera
los 800 mm y los días de lluvia son más de 150 al año.
Su distribución a lo largo del año es bastante regular, ya que esta
área se encuentra bajo la continua acción de las borrascas del
frente polar. No obstante, suele darse un máximo de precipitación
en invierno o en otoño-invierno, debido a la mayor frecuencia de
paso de estas borrascas; y un mínimo relativo de verano causado por
la influencia del anticiclón de las Azores, desplazado al norte.
Este mínimo puede dar lugar a un máximo de dos meses secos, que
marca la transición al clima mediterráneo continentalizado.
La forma en la que caen las precipitaciones es suave, lo que favorece
su filtración en el suelo.
Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica baja en la
costa y moderada hacia el interior. En la costa la amplitud térmica
es baja debido a la influencia del mar (entre 9ºC y 12 ºC). El
verano es fresco (ningún mes iguala o supera los 22º C); y el
invierno es moderado (la temperatura media del mes más frío está
entre 6 ºC y 10º C).
Hacia el interior, la amplitud térmica es moderada al disminuir la
influencia marina, (entre 12 – 15ºC). Debido a este hecho, el
invierno puede ser frío (baja de 6ºC).
7
2.-
El clima mediterráneo.
El área del clima mediterráneo es la más extensa de España.
Comprende el territorio peninsular al sur de la zona del clima
oceánico, las islas Baleares, Ceuta y Melilla.
Las precipitaciones son moderadas o escasas, irregulares y
tormentosas. El total anual es inferior a los 800 mm, considerándose
moderadas entre los 800 y los 500 mm; y escasas por debajo de los 500
mm. Su distribución es irregular. El verano es seco debido a la
influencia del anticiclón de las Azores, desplazado hacia el norte
en esta época del año. El máximo tiene lugar en otoño y
primavera, salvo en las zonas más abiertas al Atlántico, donde se
produce en invierno.
La forma en la que caen las precipitaciones es tomentosa en muchas
ocasiones. Este hecho origina una fuerte erosión del suelo en las
áreas desprovistas de vegetación.
Las temperaturas varían con la latitud y la distancia al mar.
Dentro del clima mediterráneo se distinguen tres subtipos: marítimo,
continentalizado y seco.
2.1.-El
clima mediterráneo marítimo.
El área del clima mediterráneo marítimo comprende la costa
mediterránea peninsular (menos el SE), la costa suratlántica, las
islas Baleares, Ceuta y Melilla.
Las precipitaciones son moderadas o escasas, entre los 800 mm y los
300 mm al año.
En la costa suratlántica, las precipitaciones son más abundantes,
por la mayor influencia de las borrascas atlánticas, sobre todo de
las formadas en el SO peninsular y en el golfo de Cádiz. De ahí el
nombre de mediterráneo suboceánico que designa también a esta
variedad climática. Su máximo principal es el invierno o en
otoño-invierno.
En la costa mediterránea, las precipitaciones son menores por las
borrascas atlánticas pierden su humedad al atravesar la Península
y las barreras montañosas paralelas a la costa mediterránea. Su
máximo principal es en otoño, debido a las tormentas ocasionadas
por el contraste entre las aguas cálidas del Mediterráneo y la
tierra, que se enfría más deprisa. También puede producirse por la
llegada de masas de aire del este procedentes del continente europeo
que ascienden por las cordilleras litorales; o por gotas frías e
irrupciones de aire frío en altura motivadas por el inicio del
descenso en latitud de la corriente en chorro.
Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica moderada
(12 º C – 15/16 ºC) debido a la calidez del Mediterráneo. El
verano es caluroso (igual o supera los 22ºC) y el invierno es suave
( el mes más frío no baja de 10º C).
2.2.-
El clima mediterráneo continentalizado.
El área del clima mediterráneo continentalizado comprende el
interior peninsular, menos la zona media del valle del Ebro.
Las precipitaciones son moderadas o escasas, también entre los 800
mm y los 300 mm anuales. Su volumen es algo mayor en el sector
occidental del interior peninsular. En el sector occidental
peninsular, las precipitaciones son más abundantes, por la mayor
frecuencia de paso de las borrascas atlánticas. Su máximo principal
es en invierno o en otoño invierno.
En el centro de las depresiones castellanas y del Ebro, las
precipitaciones son menores, debido a su encajamiento entre montañas.
Su máximo tiene lugar en las estaciones equinociales, sobre todo en
primavera, cuando se debilitan los anticiclones invernales. Estos se
forman por el frío del suelo y pueden ocasionar un mínimo
secundario de precipitaciones en invierno. .
Las temperaturas se caracterizan por una amplitud térmica alta
(superior a los 16ºC), debido al alislamiento de la influencia del
mar. Las variaciones térmicas permiten distinguir tres subtipos
climáticos:
- La submeseta norte, las tierras altas de Guadalajara, Teruel y
Cuenca, tienen veranos frescos (inferior a los 22º C) e inviernos
fríos (el mes más frío baja de los 6ºC) con frecuentes heladas y
nieblas.
- La submeseta sur y los bordes del valle del Ebro tienen veranos
calurosos (igual o superior a los 22º C) e inviernos fríos, aunque
con menor incidencia de las heladas.
Extremadura y el interior andaluz tienen veranos muy calurosos e
inviernos moderados (el mes más frío entre los 6ºC y los 10ºC).
2.3.-
El clima mediterráneo seco, subdesértico o estepario.
El área del clima mediterráneo seco, subdesértico o estepario,
comprende el SE peninsular y la zona media del valle del Ebro.
Las precipitaciones son muy escasas, entre los 300 y los 150 mm, lo
que le da carácter estepario..
En el SE, la aridez obedece a tres causas: la zona se encuentra
protegida de las borrascas atlánticas por los relieves de las
cordilleras Béticas; llegan con dificultad las borrascas
mediterráneas; y son frecuentas las masas de aire secas procedentes
de África. Solo las borrascas que penetran por el Estrecho de
Gibraltar o las formadas ocasionalmente en el mar de Alborán
provocan precipitaciones. En el cabo de Gata se llega al clima
desértico (menos de 150 mm de precipitación anual).
En la zona media del valle del Ebro, la aridez se debe al
encajamiento entre montañas. Estas montañas hacen que desciendan
secas hacia el valle del Ebro las masas de aire del norte que
ascienden por los Pirineos; las borrascas atlánticas que alcanzan el
sistema Ibérico; y las masas de aire del Mediterráneo que ascienden
por la Cordillera Costero Catalana.
Las temperaturas varían con la latitud y la distancia al mar. En
función de ambas se distinguen:
- La estepa cálida de la costa del SE, con temperatura media anual
en torno a 17º C – 18 º C e inviernos muy suaves (no bajan de los
10º C).
- La estepa fría del interior del SE (este de la Mancha y Albacete)
y de la zona media del valle del Ebro, con temperatura media anual
inferior a 17º C e inviernos moderados o fríos (entre los 6º C y
los 10 º C o por debajo de 6º C, respectivamente).
9
3.-
El clima de montaña.
El área de clima de montaña comprende los territorios montañosos
situados a más de 1.000 m de altitud. Sus características están
determinadas por la altura, pues a medida que se incrementa, las
precipitaciones aumentan y las temperaturas disminuyen.
Las precipitaciones son muy abundantes: suelen superar los 1.000 mm
al año.
Las temperaturas se caracterizan por una media anual baja (inferior a
10º C) y por inviernos fríos, en los que algún mes se sitúa cerca
o por debajo de 0º C. Por este motivo son frecuentes las
precipitaciones en forma de nieve. Estas características muestran
algunas variaciones en función de la latitud y del área climática.
a.- Las montañas incluidas en el área mediterránea reciben un
volumen menor de precipitaciones; y pueden tener uno o dos meses
secos en verano. En el caso de las Béticas, por su latitud
meridional, el total puede bajar de los 1.0000 mm, los meses secos
pueden llegar a cuatro (la altitud no compensa el predominio de las
altas presiones); y la temperatura media puede superar los 10º C,
dado que el invierno es menos frío, aunque baja de 6º C; y el
verano es caluroso.
4.-
El clima subtropical de Canarias.
Las islas Canarias cuentan con un clima subtropical original debido a
la influencia de diversos factores:
- Su situación meridional, próxima al trópico de Cáncer y a las
costas africanas, aporta influencias variadas. Dominan el anticiclón
de las Azores y el viento alisio del NE, que origina temperaturas
suaves todo el año. Cuando el anticiclón se desplaza, permite el
paso de las borrascas atlánticas en invierno y del aire sahariano en
verano.
La corriente fría de Canarias, entre las islas y el continente
africano, enfría las aguas superficiales más de lo que le
corresponde por su latitud e incrementa la estabilidad del aire en
verano.
El relieve hace disminuir las temperaturas; y su orientación provoca
en las vertientes a barlovento del alisio, cuantiosas precipitaciones
y nubosidad abundante (mar de nuebes).
La influencia de estos factores da lugar a un tipo de clima
caracterizado por los siguientes rasgos:
a.- En las zonas bajas, las precipitaciones son muy escasas. En las
islas occidentales se encuentran entre los 300 y los 150 mm anuales
(clima subdesértico o estepario); y en Lanzarote, Fuerteventura y
tierras bajas de Gran Canaria no alcanza los 150 mm anuales (clima
desértico). Estos escasos valores se explican por el predominio
anual del anticiclón de las Azores. El máximo relativo tiene lugar
en invierno, debido a las borrascas atlánticas. Las temperaturas son
cálidas todo el año ya que ningún mes desciende de los 17º C. Por
tanto, la amplitud térmica es muy baja (inferior a 8º C).
En las medianías (territorio entre los 600 y los 1.500 mts), las
precipitaciones se incrementan y pueden alcanzar los 1.000 mm en las
vertientes a barlovento del alisio; en cambio, las temperaturas
disminuyen. Y en las zonas más elevadas de Tenerife y La Palma, por
encima del mar de nubes (más de 1.500 mts), las precipitaciones se
reducen (no suelen rebasar 400/500 mm), y la temperatura media baja
de los 10º C, por lo que en invierno puede llegar a nevar.
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