sábado, 26 de noviembre de 2016

Las regiones biogeográficas de España. Ud 4

Ud 4.- Las regiones biogeográficas de España.

Guión.

1.- Factores de diversidad biogeográfica.

2.- Características de las regiones biogeográficas.

3- Formaciones vegetales de la España peninsular e insular.

4.- La intervención humana y sus consecuencias geográficas.


1.- Factores de diversidad biogeográfica en España.

La Biogeografía es una de las ramas de la geografía que estudia la distribución de los seres vivos (flora y fauna) sobre la Tierra, así como los procesos que la han originado, que la modifican y que la pueden hacer desaparecer. En su estado natural, es decir, sin que haya mediado la actuación humana, la vegetación y la fauna presentan una adaptación a las condiciones del medio.

Con frecuencia aludimos a la cubierta vegetal en términos poco diferenciados, hablando indistintamente de flora y vegetación. Sin embargo, debemos saber que el término “flora” alude al conjunto de especies vegetales existentes en un espacio geográfico, mientras que el de vegetación hace referencia a la disposición de las mismas sobre la superficie geográfica.

La península Ibérica se caracteriza por una extraordinaria diversidad en sus aspectos naturales dotados de vida, como son la flora y la fauna. La riqueza de especies existentes, a las que hay que añadir la propia del archipiélago canario, es consecuencia de su condición de encrucijada y lugar de convergencia de las influencias atlántica y mediterránea, sahariana y europea.

Los factores que intervienen en la biogeografía de la peninsula Ibérica son los siguientes:

Factores Físicos.
a.- El clima de la peninsula Ibérica pertenece a los dominios atlántico y mediterráneo, bien diferenciados por el distinto valor de sus elementos (temperaturas, precipitaciones etc). El clima mediterráneo es el más extendido y un importante factor de diversidad biogeografíca, tanto por los contrastes estacionales como por las gradaciones espaciales, que permiten la aparación de biotopos diversos.

b.- La propia configuración de la peninsula contrapone el interior y el litoral, con una diferenciación climática de claras repercusiones en la vegetación y en la fauna.

c.- El relieve propicia la aparición de un amplísimo hábitat, pues independientemente de la existencia de montañas, depresiones, llanuras, etc; el relieve introduce efectos derivados de la altitud y la orientación, que influyen en las temperaturas, en las precipitaciones, en la insolación, y que vienen a contrarrestar los efectos de la latitud con la altura. Un ejemplo de su variedad lo muestra Granada con su cabeza en la tundra, Sierra Nevada, y sus pies.... en la costa subtropical.

d.- El suelo. Los grandes contrastes litológicos y la diversidad de suelos repercuten en la distribución geográfica de las comunidades vegetales y animales, al tener que adaptarse estas a las condiciones del sustrato o suelo (Por ejemplo: roble y alcornoque solo en suelos siliceos se dan).
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Factores humanos.

e.- La acción humana sobre el medio se manifiesta en la degradación de la cubierta vegetal existente o mediante la introducción de especies vegetales (repoblación forestal) o animales (repoblaciones de fauna). Cuando la vegetación de una zona es el resultado de la intervención humana se denomina vegetacion secundaria.

En definitiva, la vegetación y la fauna ofrecen una considerable diversidad y, si bien, representan en mayor medida a los ecosistemas mediterráneos, también se hallan presentes en nuestras tierras las comunidades de la Europa atlántica y hasta la singularizada de Canarias.

2.- Características de las regiones biogeograficas.

En nuestro planeta, la vegetación se distribuye en grandes conjuntos florísticos, denominados reinos florales, subdivididos en regiones. En esta división biogeográfica del mundo, España pertenece al denominado reino holártico boreal, que se extiende sobre los continentes al norte del Trópico de Cáncer. Este reino comprende once regiones, de las cuales están presentes en España las siguientes cuatro regiones florales: la región boreoalpina (zonas más elevadas de los Pirineos y dela Cordillera Cantábrica); región eurosiberiana (norte peninsular y algunos sectores de los sistemas Central e Ibérico); mediterránea (resto de la península). Las islas Baleares forman parte de la mediterránea, y las islas Canarias, de la región macaronésica.

a.-La vegetación de alta montaña o montaña boreoalpina.

El paisaje de alta montaña domina las sierras más elevadas de los Pirineos y de la Cordillera Cantábrica, principalmente. El clima se caracteriza por las bajas temperaturas (inviernos largos y veranos breves y frescos), así como las abundantes precipitaciones. Con esos factores climáticos citados, la vegetación de los paisajes de alta montaña se dispone en diferentes pisos debido a que las temperaturas y las lluvias de montaña varían según la altitud.

Debe tenerse en cuenta la orientación o exposición tanto en relación con los vientos dominates como al sol. Así, las laderas orientadas hacia los vientos dominantes (barlovento), cargados de humedad, recibirán la mayor parte de las precipitaciones; pasando el aire con menos humedad a las vertientes opuestas debido al efecto foehn, a (sotavento), que serán por tanto más secas.

Por su parte la exposición a mayor horas de sol (solana) o menos horas de sol (umbría), genera que sean más cálidas o frías, según sea vertiente norte (umbría) o vertiente sur (solana). Por esta razón, la distribución de la vegetación en pisos no comienza en la misma cota en sendas vertientes, generando una asimetría en las disposición de los pisos de vegetación. Alpujarra VS Marquesado.

En general, en las montañas citadas de la región boreoalpina, se sucede el bosque hasta la zona donde la temperatura media anual alcanza los 10ºC; los matorrales a partir de la altura donde el frío impide el crecimiento de los árboles; los prados y pastizales de hierbas y matas enanas en las zonas cubiertas por la nieve muchos meses; y las plantas rupícolas adaptadas a vivir sobre las rocas o en el interior de sus grietas y fisuras (líquenes y musgos).

b.- La región eurosiberiana:

Ocupa la fachada atlántica española,(provincia atlántica), el macizo pirenaico y las zonas húmedas de los sistemas Central e Ibérico. Se caracteriza por una vegetación exuberante, como corresponde a un clima de temperaturas suaves y humedad abundante y bien distribuida a lo largo del año.
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Estas condiciones, unidas a las edáficas, permiten el desarrollo de un bosque caducifolio que alcanza los 25 – 30 metros de altura y cuya frondosidad reduce considerablemente el acceso de la luz solar hasta el suelo, dificultando el desarrollo del estrato arbustivo y herbáceo.

Pese a los rasgos del conjunto que ofrece la región, pueden distinguirse dos provincias: la atlántica, que comprende el norte y noroeste peninsular y otra, incluida en la zona mediterránea montañosa (provincia submediterránea), la cual se extiende desde la anterior hacia los Sistemas Central e Ibérico, ocupando también la vertiente meridional del Pirineo.

c.-La región mediterránea.

Ocupa el resto de la Península y el archipiélago balear. El principal rasgo de la vegetación es su carácter perennifolio, que deriva de las exigencias de adaptación al medio que impone el clima. El clima mediterráneo presenta una sequía estival muy prolongada a las que se han adaptado las plantas desarrollando mecanismos para reducir la evapotranspiración y alcanzar la humedad del suelo. Por eso, la vegetación mediterránea tiene hojas pequeñas y coriaceas, y una raíz extensa y profunda que se hunde vigorosamente en el sustrato. Además del bosque perennifolio, también se dan las formaciones arbustivas de la maquia, la garriga y la estepa.

d.- Región macaronésica:

El archipiélago canario pertenece a esta región. Sus principales rasgos son la variedad florística y la elevada proporción de endemismos (formaciones vegetales propias y exclusivas), así como reliquias (especies vegetales propias de otras eras geológicas pasadas con climas diferentes, que han sobrevivivido en enclaves muy reducidos). Esta variedad procede de la convergencia en el archipiélago de las variadas influencias del mundo holártico y mediterráneo con las africanas, mientras que la insularidad ha fortalecido los caracteres autóctonos. Teniendo en cuenta la constitución volcánica de las islas y la presencia de la montaña, la vegetación tiene una clara tendencia a la estratificación por pisos altitudinales.

3.- Formaciones vegetales en la España peninsular e insular.

La vegetación climax es cuando ha llegado a su evolución máxima y solo influyen los factores físicos. La etapa final de la evolución de las especies vegetales es el bosque, el cual es una formación natural compuesta por tres elementos: los árboles, el sotobosque o arbustos y los herbáceos. En España la intervención del hombre ha causado que el porcentaje de vegetación natural o climax sea muy escaso y predomine la vegetación degradada.

Cuando el bosque se deteriora es sustituido por una formación de matorrales. En un estado superior de degradación aparecen la pradera y la estepa. La vegetación secundaria se debe a la acción humana: las colonizaciones forestales, las roturaciones agrícolas, los incendios y el pastoreo han sido los principales causantes de la merma del bosque caducifolio y mediterráneo, posibilitando que otras especies como las coníferas o los eucaliptos (de mayor aprovechamiento económico) sustituyan a las especies autóctonas. En España existen cuatro grandes tipos de bosques, aparte de la la vegetación tan singularizada de Canarias:






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a.- La vegetación de alta montaña o boreoalpina.

El paisaje de alta montaña domina en las sierras más elevadas y de mayor latitud en España: Pirineos y Cordillera Cantábrica.

a.- En los Pirineos podemos distinguir hasta cuatro pisos de vegetación, que son:

El piso basal (hasta 1.200 metros) incluye sucesivamente encinas, robles o quejigos, y hayas.

El piso subalpino(entre los 1.200 – 2.400 metros) reúne coníferas naturales, como el pino silvestre, el abeto, ..

El piso alpino (entre 2.400 y 3.000 metros) es el dominio del prado y el pastizal. También abundan los sectores de roca desnuda y los canchales, donde crecen pequeñas plantas rupícolas.

El piso nival (por encima de los 3.000 metros) tiene espacios de topografía algo plana o de pendiente reducida, donde la nieve se mantiene todo el año y no existe vegetación; y espacios de fuerte inclinación, donde la nieve desaparece cierto tiempo y crecen pequeñas plantas rupícolas.

b.- La montaña atlántica boreoalpina está representada, sobre todo, por la vertiente norte de la Cordillera Cantábrica. En ella se suceden un piso forestal del bosque caducifolio; un piso supraforestal de landa; y una cima (la zona más elevada),.., con prados.


b.- El bosque caducifolio o de frondosas de la región eurosiberiana.

Propio del clima oceánico y formado por árboles de hoja caduca. Dentro de esta región distinguimos la provincia atlántica y la submediterránea. La provincia atlántica representada por los hayedos y los robledales. El haya es el árbol por excelencia de las montañas fresco-húmedas. Se adapta a los suelos silíceos y calizos y se extiende desde Galicia hasta el Pirineo.

A menor altura que el haya, por lo general, a menos de 1.000 metros, se sitúa el roble, el cual prefiere los suelos silíceos. La destrucción parcial de los bosques de hayas y robles dio paso a la introducción del castaño y, después, a su sustitución por el pino para la explotación maderera.

La repoblación con especie de crecimiento rápido y de aprovechamiento económico, como el pino (madera y resina) y el eucalipto (celulosa y pasta de papel), han sido muy criticadas porque las hojas de ambos árboles colaboran a la acidificación y al empobrecimiento del suelo; además de ser especies que arden con más facilidad en caso de incendio.

La degradación de los bosques caducifolios atlánticos origina la aparición de un matorral muy tupido denominado landa. Sus especies más abundantes son el brezo, el tojo, la retama, que se han utilizado como cama de animales y luego como abono. Finalmente la eliminación de bosques y landas ha dado lugar a los prados, base de la cabaña ganadera del norte de España.

La provincia submediterránea: su orientación a solana y al resguardo de los vientos atlánticos permite la aparición de especies adaptadas a la región eurosiberiana y mediterránea: roble, pino y quejigo. El bosque marcescente de rebollo y quejigo es propio del clima oceánico de transición. Es menos denso y de árboles menos altos, que mantienen sus hojas secas hasta el nacimiento del nuevo brote para proteger las yemas del frío. Sus bellotas se utilizan para la alimentación del ganado.
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c.- El bosque esclerófilo mediterráneo.

Formado por árboles de hoja perenne, tiene como especie más representativa a la encina. La encina forma parte de un bosque poco denso. Sus ramas crean copas globulares y amplias, que proyectan sombra sobre el suelo para mitigar la insolación y la evaporación. Posee un rico sotobosque, con especies como el piorno o la retama, ya que los árboles se sitúan algo apartados unos de otros y la luz solar penetra con facilidad. Los bosques mejor conservados de encinas se hallan en Sierra Morena y Extremadura.

La gran extensión del área ocupada por la encina obedece a su carácter acomodaticio, que le permite ocupar suelos y climas diversos, y alcanzar altitudes de hasta 2.000 mts en Sierra Nevada, gracias a su capacidad para resistir las frías temperaturas invernales. Pese a que la encina es la especie más extendida, en ocasiones es desplazada por otras especies.

Así sucede sobre suelos silíceos y en zonas de temperaturas suaves, mayor precipitación y moderada aridez estival, donde es sustituida por el alcornoque, cuya singular corteza, el corcho, es objeto de explotación industrial. Necesita el alcornoque más humedad que la encina (500 mm) e inviernos suaves. Se concentra en el suroeste peninsular, en sectores del sur de Andalucía (de Cádiz a Málaga) y en el noreste de Cataluña.

La acción humana ha supueto cambios en la vegetación natural del bosque esclerófilo mediterráneo. En primer lugar, la reducción de su extensión por la pérdida de muchos de sus usos tradicionales; el obstáculo que representan los árboles para la mecanización agraria; amén, de los incendios forestales. En segundo lugar, la modificación para uso agropecuario mediante el sistema de la dehesa.

La dehesa consiste en aclarar el bosque de encina y alcornoque para combinar su conservación con la protección del suelo por los mismos árboles, con el aprovechamiento agroforestal del fruto, la leña, la corteza de los árboles (corcho); la práctica de la ganadería y del cultivo; y otros usos, como la caza (actividad cinegética).

La repoblación con pinos se han extendido por amplias zonas. Se valora su adaptación a condiciones climáticas extremas (frío, calor, aridez y humedad) y a suelos diversos; su rápido crecimiento, y su aprovechamiento económico.

La degradación del bosque ha extendido las formaciones arbustivas de matorral por amplias zonas. El matorral mediterráneo peninsular no es una formación climax sino resultado de esa degradación referida. Presenta tres tipos característicos: la garriga, la maquia y la estepa.

La forma de matorral más extendida es la garriga; se sitúa esta en el área de la encina, cuyas especies más características son el romero, el tomillo y el espliego. La garriga está formada por esos arbustos de poca altura, dejando algunas zonas del suelo sin cubrir.

Por su parte, la maquia, se localiza en el área del alcornoque, con especies tan significativas como la jara, la retama y el tojo es otra de las formas de matorral mediterráno. Es la maquia una formación arbustiva de más de dos metros de altura, muy densa y casi impenetrable.

En las zonas más secas, caso del sureste peninsular, se desarrolla la estepa, una formación herbácea formada por esparto, carrasca y palmito. Está formada por hierbas bajas, entremezcladas con arbustos espinosos, bajos y discontinuos, que dejan al descubierto suelos pobres. La estepa es propia de las áreas semiáridas del sureste peninsular y del valle del Ebro, donde la sequía impide el crecimiento de los árboles y de las zonas donde la garriga ha sido degradada por la acción humana.
El matorral mediterráneo tiene diversos usos: en perfumería (“Sensiet Fragances”); en la medicina natural o en la industria farmacéutica; así como, para la fabricación de escobas, esteras, cuerdas y cestos de esparto.


d.- El bosque de ribera o sotos.

Son bosques caducifolios que crecen a ambos lados de los cursos fluviales sobre suelos que, a partir de una cierta profundidad, suelen estar empapados de agua proveniente de un río o arroyo vecino. Su vegetacion suele presentar rasgos distintos a la de su entorno, especialmente en las zonas de clima seco. La presencia constante de agua hace que solo puedan vivir allí ciertas especies, que se disponen en franjas paralelas al río: aliso, sauce, álamo blanco (chopo), fresno y por último, el olmo o álamo negro, cuya necesidad de agua es menor.

Los bosques de ribera son los más productivos entre los bosques del área mediterránea porque raramente escasea en ellos el agua, principal factor limitante del crecimiento de la vegetación en estas áreas. Si a este hecho le añadimos la riqueza en nutrientes minerales que suele caracterizar los suelos formados a partir de sedimentos traídos por las aguas fluviales (aluviones), no es de extrañar que las alamedas, (Choperas en Granada, Villanueva del Mesías), puedan superar fácilmente los 20 metros de altura y aprovecharse económicamente.

La acción humana ha reducido la extensión de los bosques de ribera, al alterar los márgenes y los cauces fluviales para implantar cultivos, urbanizaciones o canalizaciones. Este hecho ha supuesto una grave pérdida, sobre todo en la España Seca, debido a su importancia paisajística, por el contraste entre su vegetación y la del entorno; y, sobre todo, por sus beneficios ecológicos: mitiga la erosión, el riesgo de inundación y de evaporación, y suaviza la temperatura.

e.- El paisaje vegetal canario.

Teniendo en cuenta la constitución volcánica de las islas y la presencia de la montaña, la vegetación tiene una clara tendencia a la estratificación por pisos altitudinales, que a continuación se exponen:

El piso basal (desde el nivel del mar hasta los 300 – 500 metros). Incluye plantas que soportan la sal, la arena y una elevada aridez, caso de los matorrales ralos como el cardón y la tabaiba.

El piso intermedio (entre 200 y 800 metros). Está condicionado por el aumento de la humedad y el descenso térmico, que permite el desarrollo de palmeras y dragos.

El piso termocanario (entre 800 y 1.200 mts). La vegetación se adapta al mar de nubes o niebla causado por el alisio que aporta gran humedad, mayor refrescamiento y menor insolación. Incluye este piso dos formaciones originales del bosque: la laurisilva, muy denso y con más de 20 especies y el fayal – brezal, resultante de la degradación del laurisilva por la acción humana.

El piso canario (entre 1.200 y 2.200 metros). Al quedar por encima del mar de nubes , la vegetación debe adaptarse a la aridez y al frío (pino canario y a mayor altitud el cedro canario).

El piso supracanario (por encima de los 2.200 metros). Solo está presente en Tenerife y La Palma. Está ocupado por matorrales y matillas de dispersas de gran riqueza florística. A partir de aquí, la degradación en altitud es muy rápida y surge un desierto rocoso.




4.- La intervención humana y sus consecuencias geográficas.

La acción humana sobre el medio natural tiene una doble dimensión: por una parte, ocasiona problemas ambientales; por otra, desarrolla políticas encaminadas a combatirlos y a proteger los espacios naturales.

En España, al igual que en el resto del mundo desarrollado, nunca como hasta ahora la actuación humana ha tenido tanta incidencia ambiental. Quizá, por ello, se está generalizando la preocupación por el deterioro ambiental. Se aspira a una relación más armónica entre la sociedad y el entorno.

Todo estp no es sino la expresión del final del mito de progreso indefinido, que se basó en el consumo indiscriminado de los recursos naturales, y su sustitución por la filosofía que aspira al uso de los bienes que la naturaleza nos ofrece, asegurando su renovabilidad en beneficio de las generaciones futuras: es lo que se conoce como desarrollo sostenible.

El objetivo de la política ambiental a diversas escalas (planetaria, europea, española,..., local) consiste en alcanzar un desarrollo sostenible, entendido como el uso racional de los recursos. De acuerdo con ello, la principales medidas de las políticas ambientales se consideran las siguientes.

a.- La prevención de la degradación mediante, por ejemplo, el estudio previo del impacto ambiental en todos los proyectos de actuación humana, la concienciación de la ciudadanía, a través de la educación y las campañas de sensibilización.

b.- La corrección de los problemas existentes a través de la promulgación de normas; las sanciones de quienes las infringen, de acuerdo con el principio “quien contamina paga”, la recuperación de las zonas degradadas; y el fomento de la investigación ambiental. Por ejemplo, desde que en Andalucía se prohibió no quemar rastrojos en la estación cálida, los incendios o los “conatos” de los mismos han disminuido considerablemente.

c.- La conservación de los espacios naturales mediante una red de espacios protegidos.


A continuación, y del modo más sintético que nos es posible, repasaremos algunos de los principales problemas ambientales existentes en nuestro país (siguiendo el orden del libro pg 118 y siguientes):

La alteración del relieve: el relieve resulta alterado por las actividades extractivas de minas, canteras e infraestructuras de transporte. A su vez el relieve costero sufre regresión y artificialización. La regresión se debe a la reducción de las playas, mientras que la artificialización de la costa es debido a la presión urbanística y a la construcción de infraestructuras. (pg 118 -119)

La alteración de la atmósfera: se manifiesta en la contaminación del aire, la reducción de la capa de ozono y el calentamiento climático.

La contaminación atmósférica se debe a la introducción en el aire de sustancias nocivas. Los tipos principales de contaminación son tres: la lluvia ácida, la campana de polvo y la niebla fotoquímica. (Pg 120 – 121).

La reducción del ozono estratosférico consiste en el adelgazamiento de la capa de ozono a causa del uso de los CFC (clorofluorocarbonos) (Pg 121)
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El cambio climático está consistiendo en un aumento global de la temperatura de la Tierra. La causa reside en un aumento del efecto invernadero producido por el vapor de agua y ciertos gases como el dióxido de carbono (CO2). El Protocolo de Kyoto marcó los objetivos de reducción de emisiones entre 2005 y 2020. La Cumbre del Clima de París de 2015 marca el objetivo entre 2020 y finales del siglo XXI.

La contaminación acústica es la emisión de ruido de forma molesta para las personas o para el medio. Sus causas principales: el tráfico, actividades industriales, obras, algunos establecimientos. Por su parte, la contaminación lumínica es la emisión de luz artificial durante la noche, con una intensidad superior a la normal. (Pg 124)

La alteración, la sobreexplotación y la contaminación de las aguas.
La alteración de la morfología consiste en la alteración del cauce de algunos tramos fluviales y en la alteración morfológica de algunos humedales. (Pg 125).

La sobreexplotación de las aguas superficiales y subterráneas se debe al aumento de su consumo para usos agrarios, urbanos e industriales. (Pg 125). En lo que se refiere a la contaminación de las aguas, la causa es el vertido de desechos a la misma. (pg 126).

Daños, alteración y destrucción de la vegetación.
Los daños en los bosques se deben a causas naturales, como altas temperaturas, déficits hídricos, o plagas de insectos (p.e procesionaria) y también a causas humanas, como la contaminación atmósférica. La alteración de los bosques está motivada por la sustitución de especies autóctonas por otras de elevado rendimiento económico (pinos, eucaliptos). Por último, la deforestación es la destrucción de la cubierta vegetal. (Pg 127).

La artificialización, la contaminación, la erosión y la desertificación del suelo.
La artificialización del suelo consiste en su desaparición bajo edificaciones, equipamientos e infraestructuras. La contaminación del suelo tiene como causas la extracción minera, los vertidos industriales y urbanos, etc. La erosión y la desertificación del suelo son dos problemas relacionados: la erosión es el desgaste del suelo y se debe a causas naturales y humanas. Por último, la desertificación es la degradación de las tierras de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas hasta adquirir rasgos propios de los desiertos. (Pg 128)

La producción de residuos. En España la producción de residuos ha crecido debido al aumento del consumo, sobre todo la de residuos sólidos urbanos (RSU) (1,3 kgs por hab/día en 2012). Su eliminación comporta consecuencias negativas. Los vertederos incontrolados originan problemas sanitarios y contaminan el suelo y el agua. Los vertederos controlados alteran el paisaje, producen malos olores y gases de efecto invernadero. Y las plantas incineradoras contaminan el aire y generan líquidos y cenizas contaminantes. (Pg 129).

Los procesos y los problemas anteriormente comentados repercuten de forma alarmante en la vida sobre la Tierra, a cuyo empobrecimiento asistimos a diario. Es absolutamente necesario conservar la biodiversidad, entendida como la preservación de la vida en todas sus formas. España, por su situación geográfica, dispone de una biodiversidad que se traduce en un patrimonio biológico de singular riqueza.

Por ello se hace necesario tomar medidas encaminadas a remediar la situación y mejorar nuestro medio ambiente. España participa de las grandes estrategias mundiales de conservación de la naturaleza, como en el Convenio de Ramsar (1971) para la preservación de las zonas húmedas. Más recientemente se ha adherido a la Cumbre de Río de Janeiro (1992) sobre biodiversidad. (Pg 130)
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En el año 2002 tuvo lugar en Johanesburgo la Cumbre de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible. Se abordaron problemas clave del planeta: agua, energía, salud, agricultura y biodiversidad. Se asume la responsabilidad colectiva de promover y fortalecer el desarrollo económico, social y ambiental, pilares todos ellos del desarrollo sostenible.

A escala continental, las iniciativas y políticas ambientales dentro de la Unión Europea son relativamente recientes. En los textos fundacionales de la Comunidad Europea no existe referencia alguna al medio ambiente. Habría que esperar a la firma del Acta Única (1986) para que se recogiera el compromiso por conseguir un medio ambiente mejor.

Las medidas concretas frente a los problemas ambientales se completan con la creación de espacios naturales protegidos. La protección de la naturaleza en España tiene su primer antecedente principal en la Ley de Parques Nacionales de 1916, por la que se declararon los dos primeros parques nacionales de España: Covadonga y Ordesa. Más tarde se promulgó la Ley de Espacios Naturales Protegidos. No obstante, el mayor impulso a la declaración de espacios protegidos ha procedido de la Ley de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y la Fauna Silvestre de 1989.

Las dos figuras de protección más importantes(lugares concretos del medio natural que, por sus valores estéticos y culturales, son merecedores de una protección especial), son los parques nacionales y los parques naturales. Un parque nacional es una categoria de área protegida, que tiene como objetivo prioritario conservar la riqueza de su flora y su fauna. En cambio, en las otras figuras el objetivo de conservación puede compatibilizarse con actividades económicas.

La ley establece cinco categorías de espacios protegidos, aunque permiten a las comunidades autónomas pueden crear otros categorías complemtarias:

a.- Parques Nacionales y Parques Naturales.
b.- Reservas Naturales.
c.- Áreas marinas protegidas.
d.- Monumentos naturales.
e.- Paisajes protegidos.

Frecuentemente presentan áreas con una riqueza excepcional en su flora y fauna, con un ecosistema que muchas veces es el último reducto de especies en vías de extinción: Picos de Europa (Cordillera Cantábrica), Ordesa y Monte Perdido (Pirineos), Cabañeros (Castilla la Mancha), Tablas de Daimiel (Castilla La Mancha), Doñana (Andalucía), Sierra Nevada (Cordilleras Béticas).

Por comunidades, Andalucía es la que concentra la mayor superficie protegida de España, debido a la variedad de ecosistemas, y al impulso dado a la conservación por el Gobierno autonómico. Entre otros espacios, Andalucía cuenta con dos Parques Nacionales ya referidos: Doñana y Sierra Nevada, (Parque Natural, entre los 1000  y 2.000 metros de altitud y Parquen Nacional, por encima de los 2000 metros). Andalucía cuenta con 24 Espacios protegidos; si quieres visitarlos, pincha en este enlace (Parques Naturales de Andalucía).

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24/11/16

domingo, 13 de noviembre de 2016

Práctica - Comentario de Hidrogramas. Ud 3.

Técnica: Comentario del régimen de un río o Interpretación del hidrograma del caudal de un río.

Gráfico: Hidrograma de caudal.

Pg 100 – 101 del LIBRO.

1.- Interpretación del gráfico.

El régimen de un río es la variación de su caudal a lo largo de las estaciones. Se representa en gráficos denominados hidrogramas de caudal.

En el eje inferior del hidrograma se representan los meses del año. Y en el eje vertical, el coeficiente de caudal mensual (k), que resulta de dividir el caudal medio de cada mes entre el caudal medio anual o módulo. Ambos valores son medias de datos registrados al menos durante treinta años.

En el gráfico, el valor 1 corresponde al caudal medio anual del río; un valor inferior a 1 indica aguas bajas; y un valor superior a 1, aguas altas.

Otros datos que pueden aparecer en el gráfico son:

El nombre de la estación de aforo.

El caudal medio anual o módulo en m3/sg (designados con las letras M o C). Es la media de los caudales mensuales.

El caudal relativo en l/s/Km2 (designado con las letras Mr o R). Resulta de multiplicar el caudal medio anual por mil y dividirlo entre la superficie de la cuenca.

Un valor inferior a 5 es escaso; entre 5 y 15 es medio; y superior a 15 es alto.















2.- Determinación y localización del régimen fluvial.

Para determinar el tipo de régimen fluvial, analizamos:

La procedencia principal de las precipitaciones que recibe el río: nival o pluvial

Las variaciones estacionales de caudal, observando los periodos en los que se producen los máximos y mínimos anuales de caudal, tomando como referencia el valor 1, correspondiente al caudal medio del río.

Deben explicarse los factores que influyeron en el caudal y sus variaciones (relieve, clima, suelos, regulación humana).










a.- El régimen nival puro.

Corresponde a los ríos o cabeceras de ríos de alta montaña (situados en torno a los 2.500 mts) Su caudal está determinado principalmente por la precipitación nival. Así, tienen destacados máximos a finales de primavera (junio), cuando se produce el deshielo a estas altitudes; y estiaje en invierno, al quedar retenida el agua de la precipitación en forma de nieve o hielo.


b.- El régimen mixto.

Es propio de ríos de montaña media con influencia de la precipitación nival y pluvial.




b.1.- El régimen nivo pluvial.

Corresponde a ríos o cabeceras de ríos de montaña media, entre los 2.000 y los 2.500 mts. El máximo primaveral se adelanta a mediados de la primavera (mayo), al fundirse la nieve antes a estas alturas; y existe un máximo secundario en otoño de tipo pluvial, poco marcado (cerca de la unidad o 1 en el coeficiente de caudal mensual). El estiaje invernal es más corto y existe un estiaje estival poco profundo.







b.2.- El régimen pluvio nival.

Corresponde a ríos de montaña media entre los 1.600 mts y los 2.000 mts. El máximo principal es a principios de la primavera (abril o marzo) y el máximo secundario otoñal es acusado.Ya no existe estiaje en invierno (no hay retención nival) y el estiaje estival es profundo y se alarga hasta principios del otoño.

c.- El régimen pluvial.

Es propio de los ríos que tienen su caudal determinado exclusivamente por el régimen de precipitaciones.





C.1.- El régimen pluvial oceánico corresponde a los ríos de la vertiente cantábrica y atlántico gallega. Tienen aguas altas en invierno y estiaje en verano al disminuir las precipitaciones y aumentar la evaporación. Sin embargo, esto no implica escasez de caudal, dado que los valores del estiaje son relativos al propio río y refieren a un caudal medio anual o módulo elevado.









C.2.- El régimen pluvial mediterráneo puro.

Corresponde a los ríos del litoral levantino peninsular. Presenta tres o cuatro picos de máximos (dos en primavera y uno o dos en otoño, más intensos) y tres o cuatro picos de mínimos situados entre lso máximos, siendo el principal en verano.

La irregularidad fluvial puede atenuarse si el río discurre por un roquedo calizo que infiltra el agua; o si se encuentra regularizado por embalses, que incluso pueden invertir el estiaje estival.





C.3.- El régimen mediterráneo continentalizado.

Corresponde a ríos del interior peninsular. Tienen dos máximos de similar importancia: uno a finales del invierno o principios de la primavera (marzo-febrero) y otro en otoño. El estiaje del verano es largo y pronunciado (entre cuatro y seis meses), existiendo una mayor diferencia entre las aguas altas y bajas que en el régimen oceánico. Además existe un mínimo relativo e invierno por influencia del anticicón peninsular (enero o febrero).







C.4.- El régimen fluvial subtropical.

Corresponde a los ríos más meridionales del la Península: cuenca del sur, Extremadura y bajo Guadalquivir. Tienen un intenso periodo de aguas altas en invierno (enero – febrero) y un estiaje muy profundo y prolongado, con siete meses o más por debajo de la unidad (entre principio de la primavera y mediados del otoño).




3.- Conclusiones.

Teniendo en cuenta el caudal y la regularidad del río hay que establecer:

Su posible aprovechamiento: riego, uso hidroeléctrico, etc.


La necesidad de obras de regulación para asegurar el abastecimiento y prevenir catástrofes como sequías e inundaciones.





Vocabulario Diversidad Hídrica o las aguas o Hidrología de España. Ud 3.

Vocabulario de la Ud 3.- La diversidad hídrica.


Apartado 6 de Selectividad. Las aguas y la red hidrográfica:

Guión.

1.- Introducción: la diversidad hídrica en España.

Hidrografía: La rama de la geografía dedicada al estudio de las aguas.


1.1.- Los ríos peninsulares.

Río: corriente continua de agua que discurre por un cauce o lecho.


1.1.1.- Los factores de la diversidad fluvial.

Escorrentía: agua que circula por una cuenca hidrográfica. Puede discurrrir sobre la superficie terrestre (escorrentía superficial) o por debajo de esta (escorrentía subterránea).


1.2.- El agua de la España insular: Baleares y Canarias.

Torrrente: corriente discontinua de agua que discurre por un cauce de modo intermitente, solo cuando llueve con cierta abundancia.

Arroyo: Corriente de agua de escaso caudal, alimentados por manantiales.


2.- Las cuencas fluviales y las vertientes hidrográficas.

Cuenca fluvial: Es el territorio que drena o evacúa sus aguas naturales a un río principal que las conduce hasta el mar.

Vertiente hidrográfica: Conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar.

Divisoria de aguas: Línea más elevada que separa dos cuencas fluviales. Coincide con la línea formada por las cumbres de mayor altura o línea de cumbres, a partir de las cuales la escorrentía superficial fluye hacia las distintas redes fluviales.


3.- Los regímenes fluviales.

Caudal: Cantidad de agua que pasa en un segundo por un punto dado del río.

Caudal absoluto: Volumen total de agua evacuada por un río en un año, medido en Hm3.

Caudal relativo: Es la relación entre el caudal medio anual y la superficie de la cuenca y se expresa en l/s/Km2.

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Crecida: Momento de máximo caudal de un río. El término también designa aumentos anormales del caudal con efectos catastróficos.

Estiaje: momento de caudal más bajo de un río.

Régimen fluvial: variación estacional del caudal de un río.

Irregularidad interanual: se calcula dividiendo el caudal medio del año más caudaloso entre el caudal medio del año menos caudaloso de una serie de años.El valor inferior o igual a 3 indica regularidad; entre 3 y 7 cierta regularidad; y, superior a 7, clara irregularidad.


4.- Uso y aprovechamiento de las aguas.


Lago: masa natural de agua agua acumulada en zonas deprimidas que alcanzan cierta profundidad (10 – 15 mts).


Laguna: masa natural de agua agua acumulada en zonas deprimidas inferior en tamaño al lago.


Humedal: Extensión de terreno cubierta por aguas poco profundas, en muchos casos de manera intermitente.


Acuífero: embolsamiento de agua subterránea, que se forma cuando las aguas de precipitación se infiltran, encuentrarn un estrato impermeable y se acumulan sobre él.


Recurso Hídrico: Cantidad de agua disponible para el consumo humano.


Balance hídrico: Diferencia entre la disponibilidad de agua y el consumo de la misma.


Obra hidraúlica: son de dos tipos, dependiendo de que su finalidad sea la regulación de los recursos hídricos, con la construcción de embalses, canales o trasvases; u obras para la mejora de la calidad del agua como las plantas potabilizadoras y las depuradoras.


Embalse, presa o pantano: gran extensión de agua almacenada artificialmente detrás de una barrera transversal a la corriente.


Trasvase: Transferencia de agua entre cuencas excedentarias y deficitarias.


Depuradora: Obra hidraúlica cuyo fín es tratar las aguas residuales para evitar que contaminen.


Potabilizadora: Obra hidraúlica cuyo fin es tratar el agua que se va a beber, agua “de boca”.








jueves, 10 de noviembre de 2016

La diversidad hídrica, ... Apartado 6 de Selectividad. Las aguas y la red hidrográfica: Ud 3 (Primera PArte)

Ud 3.- (1ª parte) La diversidad hídrica, ...

Apartado 6 de Selectividad. Las aguas y la red hidrográfica:

Guión.

1.- Introducción: la diversidad hídrica en España.

1.1.- Los ríos peninsulares.

1.1.1.- Los factores de la diversidad fluvial.

1.2.- El agua de la España insular: Baleares y Canarias.

2.- Las cuencas fluviales y las vertientes hidrográficas.

3.- Los regímenes fluviales.

4.- Uso y aprovechamiento de las aguas.



1.- Introducción: La diversidad hídrica en España.

España cuenta con una destacada diversidad hídrica, que incluye aguas superficiales y subterráneas. Ambas pueden ser corrientes, como los ríos y arroyos; o estancadas, como los lagos y humedales. La rama de la geografía dedicada al estudio de las aguas es la hidrografía.

1.1.- Los ríos peninsulares.

Un río es una corriente continua de agua que discurre por un cauce. En la Península, los ríos desembocan habitualmente en el mar o en otros río, si se trata de afluentes.

1.1.1.- Factores de la diversidad fluvial.

Los ríos peninsulares están condicionados por diversos factores que influyen en la organización de cuencas y vertientes hidrográficas y en el caudal.

El relieve y la topografía influyen en la organización de las cuencas y las vertienes hidrográficas, que se separan por unidades de relieve. En la erosión de los ríos, que aumenta con la inclinación del terreno. En el régimen fluvial, dado que la altura determina la aportación o no de la precipitación nival. Y en las obras hidraúlicas, como los embalses, que se ven favorecidas por la topografía abrupta, aunque por esta misma razón, su contrucción resulta cara.

El roquedo más o menos permeable determina la escorrentía, es decir, la circulación superficial o subterránea del agua.

El clima tiene una gran influencia. Las precipitaciones determinan el caudal de los ríos y sus variaciones a lo largo del año. Las temperaturas inciden en la mayor o menor evaporación del agua.


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La vegetación amionora la evaporación al dar sombra; reduce la erosión al frenar la fuerza del agua; y disminuye el riesgo de inundaciones, al retrasar la incorporación del agua de precipitación al cauce fluvial.

La acción humana realiza obras, como los embalses, para el abastecimiento de agua, el suministro eléctrico y la regularidad del caudal, que modifican los regímenes fluviales naturales adaptándolos a las necesidades humanas.

1.2.- El agua en la España insular: Baleares y Canarias.

Baleares y Canarias carecen de ríos propiamente dichos. Poseen arroyos o corrientes de agua de escaso caudal, alimentados por manantiales. En Canarias, la sobreexplotación de los acuíferos ha supuesto que apenas existan arroyos permanentes en la actualidad. Los torrentes también son frecuentes en ambos archipiélagos.


2.- Las cuencas fluviales y las vertientes hidrográficas.

a.- La cuenca fluvial es el territorio que drena o evacúa sus aguas naturales a un río principal que las conduce hasta el mar.

Las cuencas fluviales peninsulares se caracterizan por estos rasgos:

Se encuentran separadas por divisorias de aguas, formadas por las cumbres de relieves montañosos que las delimitan. Estas cuencas son: cuencas del Cantábrico, Galicia-Costa, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Tinto-Odiel-Piedras, Guadalete-Barbate, cuencas internas de Cataluña, Ebro, Júcar, Segura y cuenca mediterránea andaluza.

Dentro de la cuenca, las aguas circulan por un cauce o lecho y forman una red organizada jerárquicamente, desde los subafluentes y los afluentes hasta llegar al río principal.


b.- Una vertiente hidrográfica es el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar. En la Península existe una gran disimetría entre las vertientes atlántica-cantábrica y mediterránea a causa de la inclinación de la Meseta hacia el oeste a partir del sistema Ibérico. Así, en la vertiente atlántica desemboca el 69% de los ríos peninsularres, y en la mediterránea, el 31% restante.

Los ríos de la vertiente cantábrica son cortos, ya que nacen en montañas cercanas a la costa. Tienen gran fuerza erosiva, dado que salvan un gran desnivel entre su nacimiento y su desembocadura. Esta erosión sería aún mayor si las laderas de los relieves que atraviesan no estuvieran protegidas por la vegetación. Los ríos cantábricos son caudalosos y de régimen bastante regular gracias a la abundancia y a la constancia de las precipitaciones. Aprovechando estas circunstancias y la topografía abrupta, se han construido pantanos destinados a la producción hidroeléctrica.

Los ríos de la vertiente atlántica, excepto los de pequeñas cuencas gallegas y andaluza, son largos, al nacer cerca del Mediterráneo y desembocar en el Atlántico. Su fuerza erosiva es escasa, dado que discurren por llanuras en las que apenas se hunden, pero forman barrancos en los desniveles. Su caudal es abundante, dado que poseen numerosos afluentes pero su régimen es irregular. Presentan estiaje en verano coincidiendo con el mínimo de precipitación y crecidas con las lluvias de otoño y primavera.
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Los ríos de la vertiente mediterránea, excepto el Ebro, son cortos, dado que nacen en las montañas próximas al mar. Por este motivo erosionan violentamente las laderas deforestadas. Su caudal es escaso debido las reducidas precipitaciones y su régimen en muy irregular. Presentan acusado estiaje en verano (muy prolongado en los ríos más meridionales) y pueden sufrir crecidas catastróficas en otoño originadas por lluvias torrenciales. Como consecuencia, ha sido necesario construir embalses para regularizar su caudal y suminitrar agua a los núcleos de población.

En la vertiente mediterránea son también frecuentes los torrentes, cursos intermitentes que solo llevan agua cuando llueve. Gran parte del año sus cauces o ramblas permanecen secos.


3.- Los regímenes fluviales.

Para entender el concepto de régimen fluvial, previamente se debe explicar el de caudal. El caudal es la cantidad de agua que pasa en un segundo por un lugar dado del río. Se mide en m³/sg en estaciones de aforo instaladas en diversos puntos de su curso. El caudal relativo es la relación entre el caudal medio anual y la superifice de la cuenca y se expresa en l/s/km². El caudal experimenta variaciones.

A lo largo del recorrido del río, el tramo con mayor caudal suele ser la desembocadura, donde se acumulan las aportaciones de los diversos afluentes; excepto en los casos donde hay fuerte evaporación, infiltración, o un elevado consumo humano. En la Península, los ríos más caudalosos son el Duero, el Ebro y el Tajo.

A lo largo del tiempo, el caudal puede presentar irregularidad anual, con crecidas o estiajes, más o menos acusados, e irregularidad interanual. En la Península, los ríos más regulares son los de la vertiente cantábrica, y los más irregulares, los de la vertiente mediterránea.

El régimen fluvial es la variación estacional del caudal de un río. Depende de la distribución de las precipitaciones y de la importancia de la precipitación nival. En función de ambas se distinguen ríos con régimen nival, pluvial o mixto.

Los ríos con régimen nival nacen en la alta montaña, donde son frecuentes las nevadas. Su caudal máximo se da en la primavera, con el deshielo; y el mínimo en invierno, al quedar retenida la precipitación en forma de nieve o de hielo en las altas montañas.

Los ríos con régimen pluvial solo dependen de las precipitaciones. Por tanto, su caudal refleja los máximos y los mínimos de estas en cada zona climática.

Los ríos con régimen mixto pueden ser nivo-pluviales o pluvio-nivales, según predomina la influencia de la nieve o de las precipitaciones.










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d.- Uso y aprovechamiento de las aguas.

Uso, consumo, demanda del agua en España.

El consumo de agua en España se ha incrementado considerablemente en los últimos cuarenta años debido al incremento del número de Has en regadío, al desarrollo industrial y urbano, al crecimiento de áreas turísticas y a otros usos relacionados con los anteriores.

El uso del agua permite diferenciar entre usos consuntivos o consumidores de agua y los usos no consuntivos. Los usos consuntivos se reparten entre el regadío agrario, los hogares, los sectores económicos ya citados y explicados, con más detalle, a continuación. Los usos no consuntivos del agua son la pesca, la acuicultura, la producción hidroeléctrica, ocio naútico, etc.

La demanda de agua en España, que supera los 30.000 Hm3, sitúa nuestro consumo de agua por persona y día entre las tasas más altas del mundo (137 litros/habitante/día en 2012).. Se distribuye de la siguiente manera.

a.- La agricultura, con un 80%, aproximadamente, sobre el total, es el sector que consume más agua, ya que la desigual distribución de las precipitaciones hace necesario el regadío en muchos cultivos. Por CCAA es Andalucía la que más agua de regadío consume, con un 24% del total español. Gran parte de las obras hidraúlicas que hay en España, más de 1.300 pantanos, entre otras, se construyeron pensando en irrigar el mayor número de tierras. La agricultura de regadío tiene como reto ser más eficiente en el consumo de agua. Para ello se le recomienda, generalizar el sistema de riego por goteo.

b.- El abastecimiento urbano ocupa el segundo lugar con el 12% del total consumido. Se incluye en este apartado tanto el consumo de los hogares como el de los servicios urbanos, incluyendo las infraestructuras turísticas.

c.- La industria, que ocupa el tercer lugar, consume un 6,5% del total. El agua en la industria puede ser utilizada como refrigerante en las centrales térmicas y nucleares, en la producción de hidroeléctricidad, etc.

Para finalizar, mencionar también un uso ambiental y recreativo. Ríos, embalses y lagunas ofrecen varias posibilidades de recreo.





Aprovechamiento de los recursos hídricos.

Los recursos hídricos son la cantidad de agua disponible para el consumo humano. En España los recursos hídricos proceden sobre todo de las precipitaciones, que alimentan las aguas superficiales (67%) y los acuíferos (30%). Solo un pequeño porcentaje (3%) proviene de los recursos no convencionales, como la desalación del agua y la reutilización del agua depurada.

Del volumen total de las precipitaciones sobre España (aprox. 345.000 Hm3 anuales), sólo queda disponible un 32% debido a la fuerte evaporación, y de este volumen se aprovecha menos de la mitad.

Aunque esta cantidad es todavía superior a la demanda de agua, en nuestro balance hídrico (diferencia entre el agua disponible y la que se consume) existe un déficit anual, debido a una serie de problemas, que explicamos brevemente a continuación:
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a.- La irregular distribución de los recursos, consecuencia directa de la variedad climática del territorio español. Buena parte de los ríos españoles presentan una fuerte irregularidad estacional e interanual y una desigual distribución espacial. Este hecho determina la presencia de cuencas con claros excedentes (Duero, Tajo, Norte y Ebro), mientras que el déficit de agua se encuentran en las cuencas del Guadaquivir, Sur, Segura y Baleares, donde se producen restricciones de agua en los años secos.

b.- La irregular distribución de la demanda, que se concentra en el área de mayor dinamismo económico y demográfico: el arco mediterráneo, cuyos recursos son escasos.

c.- La insuficiencia de los embalses y las pérdidas de agua. Aunque España es ahora el páis con más embalses del mundo por habitante, no terminanos de gestionar adecuadamente este recurso. Así lo demuestran los más de 50.000 pozos ilegales, la pérdida de una quinta parte del agua urbana en redes obsoletas, el hecho de que solo depuramos la mitad de las aguas residuales urbanas, los vertidos industriales indiscriminados o la desaparición del 60% de los humedales. Las redes de agua españolas pierden el 35% de su contenido antes de llegar al grifo. Pero el mayor despilfarro, sin duda alguna, se produce en la agricultura, actividad que consume el 80% del total de agua consumida en nuestro país, y en la que aún predomina el “riego a manta” o por inundación.


El aprovechamiento de los recursos hídricos requiere realizar obras hidraúlicas, es decir, infraestructuras o instalaciones destinados a captarlos, almacernarlos, transportarlos y tratarlos. En España, algunos cuentan con una larga tradición histórica y otras son de desarrollo reciente.

a.- Las aguas superficiales, sobre todo los ríos, se aprovechan mediante embalses, canales y trasvases.

La construcción de un embalse, y hay casi 1400 en España, (14 en Granada) supone algunos beneficios indudables: asegura el suministro de agua durante todo el año, regula el flujo de agua impidiendo inundaciones y muchos se aprovechan para generar energía hidroeléctrica. Pero junto a estas ventajas surgen también varios incovenientes: son infraestructuras caras, a veces han desaparecido pueblos enteros, tierras fértiles, ecosistemas valiosos, …

Los canales de distribución, que en España suman unos 15.000 kms, son tuberías a cielo abierto, destinados al transporte del agua. Su principal problema son las fugas causadas por la antigüedad o el mal estado de muchos tramos. En España se halla el Canal Imperial de Aragón considerado uno de los más importantes de Europal y el Canal del Duero, entre otros.

Los trasvases están construídos para aumentar la capacidad de agua disponible en una cuenca cercana, puesto que son transferencias desde cuencas excedentarias a otras deficitarias. Estas infraestructuras suelen incluir descomunales obras de ingeniería. En España, en la actualidad funcionan 38, entre los que destaca el trasvase entre las cuencas del Tajo y del Segura. En Granada contamos con el trasvase del Río Trevélez a la Contraviesa – Albuñol, así como en la zona norte, entre los pantanos de Negratín y el Almanzora de Almería.

b.- Las aguas subterráneas o acuíferos se aprovechan mediante pozos y galerías para usos agrícolas, industriales y urbanos, sobre todo, en la España seca. Su utlización permanente no es viable, por lo que es necesario coordinar las extracciones con los recursos disponibles.



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c) Otros recursos hídricos, como el agua salada o depurada, se aprovechan en las áras con mayor escasez, como el litoral levantino peninsular y las Islas Baleares y Canarias.

Las plantas desalinizadoras obtienen agua dulce a partir del agua del mar o del agua salobre, subterránea o superficial. Se emplea para uso doméstico, industrial y agrícola. España ocupa el primer lugar en la UE en desalinización, con más de 700 plantas. Los principales problemas de esta técnica son el coste de las instalaciones, aunque con tendencia a reducirse, el alto consumo energético y la eliminación de la salmuera.

Las estaciones de regeneración de aguas residuales – ERAR – tratan el agua depurada para reutilizarla en usos que no requieren agua potable, como el riego agrícola y urbano, la industria, el mantenimiento de caudales fluviales mínimos, o la recarga de acuíferos. El principal problema son las reticencias de los regantes por miedo al rechazo de sus productos.

d.- Las obras para tratar los recursos hídricos son las plantas potabilizadoras, que tratan las aguas que se van a beber, y las plantas depuradoras, adonde van las aguas residuales para evitar que contaminen.


Por último, en este apartado de uso y aprovechamiento de los recursos hídricos, debemos mencionar la regulación, gestión y planificación de los recursos hídricos. Estos recursos se regulan por la ley de Aguas, que organiza su gestión y planificación.

Los planes hidrológicos de cuenca determinan los recursos, necesidades y obras de cada demarcación hidrográfica. El PHN o Plan Hidrólógico Nacional coordina los planes de las cuencas y diseña las actuaciones generales. Es elaborado por el Estado y sus objetivos se proponen cumplir la normativa europea (Directiva Marco del Agua).

Sus objetivos se pueden resumir del siguiente modo, y con ello terminamos:

Asegurar el suministro de agua a todo el territorio español.

Garantizar el uso racional del agua con el fin de asegurar su disponibilidad a largo plazo.

Paliar los efectos de las inundaciones y sequías mediante la planificación y las obras necesarias.









Fin. Pg  6    10/11/16.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Climograma de Santander Comentado y Plantilla de Comentario. UD 2

Comentario de un Climograma.

Ficha para el comentario y la clasificación de los climas de España, a través de los climogramas.

CLIMOGRAMA COMENTADO: SANTANDER. PG 66 del libro.





1.- Rasgos generales.
Lugar al que corresponde el climograma: Santander.
Altitud: 5 mts.
Fuentes (de los datos, si se conoce): AEMET.

2.- Análisis de las precipitaciones.

2.1.- Total Anual: 1.246 mm. Muy Abundantes. ( Con estas cantidades podría ser de montaña u oceánico, pero como conocemos su altitud (5 m) descartamos su localización en montaña, por tanto es oceánico).

2.2.- Distribución a lo largo del año.
Nº de Meses secos: 0. (No hay ningún mes que llueva 0 mm; en el que menos, julio, 52 mm). Por tanto sería regular, y pertenecería al clima oceánico.
Según el índice de Gaussen: un mes es árido si se cumple la siguiente fórmula:
Mes árido = 2TºC > P mm). No hay ningún mes árido. (2 x 19 = 38 < 52 mm).

En el climograma se expresa gráficamente que la barra azul de las precipitaciones, queda por debajo de la línea roja de las temperaturas). En este caso no hay ninguna barra por debajo de la línea roja de las temperaturas.

Las estaciones con mayor cantidad de precipitaciones serían el otoño, y tras él, el invierno.

Las estaciones con menor cantidad de mm corresponden a la primavera, y sobre todo, al verano.

2.3.- Forma de producirse las precipitaciones:

Con cierta regularidad, disminuyendo en la estación cálida. Sin grandes contrastes intermensuales.

Se producen casi siempre en forma de lluvia, puesto que al estar a 5 metros de altitud, raramente llega a nevar.

3.- Análisis de las temperaturas.

3.1.- Temperatura media anual: 14ºC. Se considera por tanto moderada (entre 12,5ºC y 15ºC)

3.2.- Amplitud térmica: 10,4ºC.
Temperatura máxima mensual (Agosto 19,9ºC) – T. mínima mensual (enero 9,5ºC) = 19,9 – 9,5 = 10,4 ºC.

Por tanto con 10,4ºC se puede considerar una amplitud térmica baja (entre 9ºC y 12ºC) y la podemos situar por la misma en la costa cantábrica.

3.3.- Temperatura del verano.

Temperaturas de los meses de verano: julio 19,4ºC; agosto 19,9 ºC y septiembre 18,3ºC.
Por tanto se puede considerar que el verano es cálido, no caluroso, puesto que no supera ningún mes de media la temperatura de 22ºC.

3.4.- Temperatura del invierno.

Temperaturas de los meses de invierno: diciembre 10,7ºC; enero 9,5; febrero 9,9ºC; marzo 10,7ºC.
Posee dos meses de temperaturas suaves, por ser superiores a los 10ºC; y otros dos, en el límite entre suaves y moderadas (10ºC y 6ºC).


4.- Análisis de la aridez.

4.1.- Aridez Mensual: Índice de Gaussen: Mes árido = 2TºC > P mm).

Según el índice de Gaussen: un mes es árido si se cumple la siguiente fórmula:
Mes árido = 2TºC > P mm). No hay ningún mes árido. (2 x 19 = 38 < 52 mm).
Aplicado el índice de Gaussen podemos decir que pertenece al clima oceánico, por tener menos de dos meses áridos.

4.2.- Aridez General: Índice De Martonne: Precipitación Total / Temperatura media anual + 10.

Índice De Martonne: 1.246 mm / 14,1 + 10 = 1.246/24,1 = 51,9. Al ser el índice superior a 30, podemos concluir que no sólo no existe aridez general, sino que tienen el doble de precipitaciones de lo que se consideraría húmedo normal.



5.- Clasificación del clima:

Analizadas las precipitaciones, las temperaturas y la aridez hay que establecer:

Tipo climático: Oceánico.

Factores geográficos y atmosféricos: altitud, relieve, distancia al mar, anticiclones, borrascas y frentes.

Los factores que posibilitan el clima de Santander serían el continuo paso de borrascas atlánticas y frentes frío que causas abundantes lluvias; el hecho de estar cerca del mar, y auna latitud por la que la corriente del chorro crea frecuentemetne vaguadas, aumenta las precipitaciones y suaviza las temperaturas. La baja altitud también causa temperaturas suaves y precipitaciones en forma de lluvia, no de nieve, etc, etc.


6.- Localización geográfica del clima:


Determinado el tipo de clima, hay que situarlo geográficamente , teniendo en cuenta:
La amplitud térmica (indica la costa o el interior): Costa.
Las temperaturas del invierno y el verano, que indican su latitud norte o sur. Indican una latitud templada a nivel planetaria pero en el contexto de la península, la situríamos en latitud más norte que casi todo el resto del territorio peninsular.




7.- Influencia del clima en el medio y la actividad humana.

Finalmente puede analizarse la influencia del clima concreto en otros elementos del medio natural o en las actividades humanas:

Elementos del medio natural: Vegetación, agua y suelos.
Actividades humanas: población, agricultura, producción energética y turismo.

Por sus abundantes precipitaciones su vegetación es siempre verde, con predominio de los bosques atlánticos y los prados. Sus ríos serán caudalosos y regulares. Posee bundante agua, que puede ser aprovechada para energía hidroeléctrica.

Predominará más la ganadería (prados ) que la agricultura (excesiva lluvia en mm y número de días; falta de temperaturas más cálidas para que maduren más productos en la agricultura. No tendrá turismo de sol y playa, aunque sí de bilbainos.

3 02/11/16






Plantilla de Comentario de un Climograma.


Ficha para el comentario y la clasificación de los climas de España, a través de los climogramas.


1.- Rasgos generales.


Lugar al que corresponde el climograma:
Altitud:
Fuentes (de los datos, si se conoce):


2.- Análisis de las precipitaciones.


2.1.- Total Anual:


2.2.- Distribución a lo largo del año.


Nº de Meses secos:

Según el índice de Gaussen: un mes es árido si se cumple la siguiente fórmula:
Mes árido = 2TºC > P mm).


En el climograma se expresa gráficamente si la barra azul de las precipitaciones, queda por debajo de la línea roja de las temperaturas).


2.3.- Forma de producirse las precipitaciones:

3.- Análisis de las temperaturas.


3.1.- Temperatura media anual:


3.2.- Amplitud térmica.


3.3.- Temperatura del verano.


3.4.- Temperatura del invierno.




4.- Análisis de la aridez.


4.1.- Aridez Mensual: Índice de Gaussen: Mes árido = 2TºC > P mm).


4.2.- Aridez General: Índice De Martonne: Precipitación Total / Temperatura media anual + 10.




5.- Clasificación del clima:


Analizadas las precipitaciones, las temperaturas y la aridez hay que establecer:


Tipo climático:


Factores geográficos y atmosféricos: altitud, relieve, distancia al mar, anticiclones, borrascas y frentes.


6.- Localización geográfica del clima:


Determinado el tipo de clima, hay que situarlo geográficamente , teniendo en cuenta:


La amplitud térmica (indica la costa o el interior):


Las temperaturas del invierno y el verano, que indican su latitud norte o sur.


7.- Influencia del clima en el medio y la actividad humana.


Finalmente puede analizarse la influencia del clima concreto en otros elementos del medio natural o en las actividades humanas:


Elementos del medio natural: Vegetación, agua y suelos.
Actividades humanas: población, agricultura, producción energética y turismo.




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