martes, 17 de enero de 2017

Población de España II: Movimientos Migratorios y Estructura de la Población.Ud 6


Ud 6.- Población II. (Los Movimientos Migratorios. Estructura y composición de la población).

Guión.

Introducción.

I.- Los movimientos migratorios en España.

1.- Las migraciones interiores.

1.1.- Las migraciones interiores tradicionales: Características, corrientes y consecuencias.

1.2..- Las migraciones interiores actuales: Características, corrientes y consecuencias.

2.- Las migraciones exteriores.

2.1.- Las migraciones exteriores tradicionales: transoceánica, a Europa, consecuencias.

2.2.- Las migraciones exteriores actuales y sus consecuencias.

3.- La inmigración extranjera.

3.1.- Etapas.

3.2.- Características.

3.3.- Las consecuencias de la inmigración: demográficas, económicas, sociales.

II .- La estructura de la población.

4.1.- La estructura por sexo y edad.

4.2.- La estructura económica: la población activa, la tasa de actividad y de paro, los sectores económicos.

Introducción.

Las migraciones son los desplazamientos de población en el espacio, generalmente por causas económicas o sociales. España ha sido un país tradicionalmente migratorio, tanto dentro de sus fronteras como hacia fuera. En el interior, las migraciones se han producido, normalmente, del campo a la la ciudad; mientras que las migraciones exteriores se han dirigido durante varios siglos a América, para finalmente dirigirse desde 1960 a Europa Occidental. Hemos pasado de ser un país de emigrantes a combinar en la actualidad: la emigración y la inmigración.

Por su parte la estructura de la población es la composición de la misma por sexo, edad y actividad económica. Por sexo y edad, se puede decir que debido al progresivo envejecimiento de la población y a la mayor esperanza de vida de las mujeres, hay más féminas que varones, pero de edades ancianas. En relación a la composición de la población por actividad, España ha pasado de ser un país agrario a otro, mayoritariamente, de servicios.
I.- Los movimientos migratorios en España.

1.- Las migraciones interiores.

Son los movimientos de población dentro de las fronteras del país. Responden a dos modalidades, separadas por el año 1975: las migraciones tradicionales y las actuales. Distinguimos entre emigración, o salida de población desde su lugar de origen; inmigración, o llegada de población a un lugar de destino; y saldo migratorio o balance entre la inmigración y la emigración
(SM = I – E).Si el saldo es positivo, indica inmigración, y si es negativo, emigración. En España las migraciones han sido un hecho decisivo que sigue condicionando mucha características actuales de la población; desempleo, viviendas disponibles, plazas escolares y de hospitales, etc.

1.1.- Las migraciones interiores tradicionales.

1.1.1.- Características.
Tuvieron lugar entre el último tercio del siglo XIX y la crisis económica de 1975. El volumen de la migración fue muy elevado, afectando a más de 11 millones de personas, sobre todo en el periodo 1951 – 1975 (6,1 millones), coincidiendo con el mayor auge del éxodo rural. La motivación de la migración fue principalmente laboral. Los protagonistas eran sobre todo jóvenes, con bajo nivel de cualificación. Las corrientes migratorias fueron mayoritariamente unidireccionales entre el campo y las grandes ciudades industrializadas o de servicios, localizadas casi siempre en otras provincias o regiones (principalmente, Cataluña, País Vasco o Madrid).

1.1.2.- Las corrientes migratorias interiores tradicionales.

a.- Las migraciones estacionales y temporales tuvieron su auge entre el último tercio del XIX y la década de 1960. En unos casos eran desplazamientos estacionales a otras áreas rurales para realizar labores agrarias en una época en la que el campo estaba poco mecanizado (siega, vendimia, recolección de aceitunas).

b.-El éxodo rural tuvo lugar entre finales del siglo XIX y 1975. Es una emigración masiva entre áreas rurales y urbanas con carácter definitivo o larga duración. Su motivación principal fue conseguir trabajo e ingresos más altos. Se dirigieron primero a los núcleos industriales de Cataluña, el País Vasco y Madrid, y más tarde también a las nuevas áreas industriales del Mediterráneo.

Entre los años 1951 y 1975, el éxodo rural alcanzó su mayor volumen (6,1 millones), especialmente desde la década de 1960. Las causas fueron el crecimiento demográfico; la crisis de la agricultura tradicional por la mecanización; el auge industrial; y el boom del turismo que impulsó los servicios y la construcción. Desde 1975, el éxodo rural decayó. Con la crisis, las antiguas áreas inmigratorias industrializadas perdieron su atractivo y su saldo migratorio se volvió negativo.

1.1.3.- Las consecuencias de las migraciones interiores tradicionales.

En el plano demográfico, las migraciones explican los desequilibrios en la distribución de la población: vaciamiento del interior y altas densidades en la periferia y en Madrid. Y han repercutido en la estructura por edad, causando el envejecimiento de la población que quedó en el medio rural y el rejuvenecimiento de la población urbana.En el plano económico, en las áreas rurales, en un primer momento, las migraciones aumentaron los recursos de la población; pero con el tiempo generaron deseconomías de subpoblación. En las ciudades, la inmigración masiva provocó economías de congestión: problemas de suelo, vivienda, circulación, equipamientos, etc.
1.2.- Las migraciones interiores actuales.

1.2.1.- Características.

Se desarrollaron desde la crisis de 1975 hasta la actualidad. El volumen de la migración decreció entre 1975 y 1985 por las razones ya expresadas. Desde entonces, se recupera hasta alcanzar cifras elevadas, que responden a un nuevo modelo migratorio. Las motivaciones de las migraciones son más variadas: laborales, residenciales, retorno al lugar de procedencia, estudio, ocio. Los protagonistas de la emigración son también más diversos: en edad (adultos-jóvenes, jóvenes y mayores); en nivel de formación (cualificados, y no cualificados).

Las corrientes migratorias son pluridireccionales, con mayor diversidad de orígenes (campo y ciudades) y de destinos (municipios urbanos grandes, medianos, pequeños e incluso municipios rurales) localizados dentro o fuera de la propia provincia o comunidad autónoma.

1.2.2.- Las corrientes migratorias interiores actuales (Tipos).

En la actualidad existen diferentes corrientes migratorias. Las migraciones laborales responden a motivaciones de trabajo y están protagonizadas por adultos jóvenes. Presentan varios origenes y se dirigen a centros dinámicos en donde haya más oportunidades de empleo.

Las migraciones residenciales están protagonizadas por jóvenes que buscan viviendas asequibles y por adultos jóvenes de clase media o acomodada que desean residir en áreas con calidad medioambiental. Por eso son en su mayoría migraciones intraurbanas, entre la ciudad central y sus coronas periféricas. Por ejemplo, de Granada capital a La Zubia buscando vivienda más asequible.

Las migraciones de retorno suponen el regreso a las áreas emigratorias de procedencia. Entre 1975 y 1985 afectaron sobre todo a personas mayores de 55 años, jubilados o prejubilados a raíz de la crisis económica o a emigrantes laborales “tipo golondrina”. P.e. Grannadinos en Mallorca.

Los movimientos habituales o pendulares son desplazamientos periódicos por motivos de trabajo o estudio y ocio. El trabajo y el estudio ocasionan movimientos entre el lugar de residencia y el centro de trabajo o educativo. El más frecuente se da entre la periferia y el centro de las ciudades como resultado del traslado de la residencia a las afueras de la ciudad o espacios rurales próximos.

1.2.3.- Las consecuencias de las migraciones interiores actuales.

Las migraciones residenciales intraurbanas causan el sobreenvejecimiento de las áreas urbanas centrales emisoras; e incrementan la población de las áreas receptoras. Las migraciones de retorno de emigrantes provocan el sobreenvejecimiento en las zonas receptoras de jubilados. Los movimientos pendulares relacionados con el trabajo y el estudio ocasionan problemas de circulación en los accesos a las grandes ciudades en las horas punta; y los relacionados con el ocio, un incremento de los ingresos en las zonas receptoras (turismo rural).

2.- Las migraciones exteriores.

Son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país. Responden a dos modalidades, separadas por el año 1975: las tradicionales y las actuales.

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2.1.- Las migraciones exteriores tradicionales.

Tuvieron lugar entre mediados del siglo XIX y la crisis económica de 1975. En este periodo salió de España un elevado volumen de emigrantes con destino a ultramar y a Europa Occidental.

2.1.1.- La emigración transoceánica tradicional.

La emigración transoceánica a ultramar se dirigió principalmente a América Latina. La emigración hacia América estuvo vigente hasta 1960. Los países latinoamericanos necesitaban inmigrantes para poblarse y explotar sus recursos económicos. Por su parte, en España, esta emigración se convierte en una salida para las gentes de las zonas agrarias atrasadas.

La procedencia de la mayoría de los emigrantes era atlántica: Galicia, Asturias y Canarias; mientras que el destino era, principalmente, Argentina y Cuba. El perfil característico del emigrante era varón, joven, soltero, de bajo nivel de cualificación y dedicado a la agricultura. Desde 1960, la emigración transoceánica descendió, al iniciarse el declive de la economía latinoamericana y entrar en competencia con la emigración a Europa.

2.1.2.- La emigración tradicional a Europa.

a.- Hasta mediados del siglo XX fue una emigración escasa y estacional. Estaba integrada por agricultores y muchachas de servicio doméstico; y más tarde, por refugiados políticos de la Guerra Civil. La IIGM puso fin a esta etapa.

b.- El periodo comprendido entre 1960 y 1973 fue el de mayor auge de la emigración a Europa. Se trató en buena parte de una emigración permanente o al menos duradera, debida a varias causas:

Por parte europea, la rápida reconstrucción económica tras la IIGM favoreció una amplia oferta de empleo que no podía cubrirse con los trabajadores propios, escasos por el débil crecimiento de la población europea y por las muertes de la IIGM.

Por parte española, la emigración se vio estimulada por el fuerte crecimiento demográfico; el excedente de población agraria a causa de la mecanización del campo; la insuficiencia de la industrialización española para absorberla; la desaparición de las ventajas anteriores para la emigración ultramarina, y los elevados salarios europeos.

La procedencia de los emigrantes se extendió a todas las regiones, aunque afectó más a Andalucía y a Galicia. Su destino prioritario fue Francia, la R.F de Alemania y Suiza. El perfil de los emigrantes era el de adultos-jóvenes, poco cualificados, que desempeñaron los trabajos menos cualificados y peor retribuidos en la minería, la construcción, la industria y el servicio doméstico.

c.- A partir de 1975, la emigración tradicional a Europa decayó. La crisis económica provocó paro en los países de Europa occidental y muchos emigrantes regresaron.

2.1.3.- Las consecuencias de las migraciones exteriores tradicionales.

a.- Las consecuencias demográficas de las migraciones se manifestaron en la disminución de la población española, así como en su distribución, pues la distinta participación de las regiones en las corrientes migratorias ha contribuido a los desequilibrios actuales en el reparto espacial de la población.
b.- Las consecuencias económicas de la emigración fueron positivas, pues aliviaron el fuerte crecimiento natural y el paro. Además, las divisas enviadas por los emigrantes contribuyeron a financiar el desarrollo económico español.

c.- Las consecuencias sociales en los países de destino fueron el desarraigo, al incorporarse a a sociedades cuya lengua desconocían, aparte de las penosas condiciones de vida.

2.2.- Las migraciones exteriores actuales y sus consecuencias.

Desde 1975, la emigración exterior comenzó a tener un volumen reducido. No obstante, la emigración se intensifica en épocas de crisis, como viene ocurriendo desde 2008, periodo de inicio de la actual crisis.

a.- Entre 1975 y 2008, las salidas fueron escasas: crisis de 1973, mejora del nivel de vida en España.

b.- Desde 2008, la crisis económica ha incrementado la emigración exterior, motivada ahora sobre todo por el desempleo en España. Suele ser gente joven, formada, de procedencia urbana y con destino a países como Reino Unido, por el idioma, Francia y Alemania. Las consecuencias de esta emigración reciente y actual, son la reducción del número de desempleados en España y de el pago por prestaciones de desempleo; pero resultan negativas por la pérdida de población joven, emprendedora y con buena formación.

3.- La inmigración extranjera.

3.1.- Las etapas.
Desde 1995 España se ha convertido en un país de inmigración. Así, el número de extranjeros ha pasado de algo menos de 500.000 personas en 1995 a 4,7 millones en 2015. A lo largo de este periodo se distinguen dos etapas:

a.- La etapa 1995 – 2007 fue de elevado crecimiento de la inmigración. Las causas han sido múltiples:

Por parte española, influyó la necesidad de mano de obra, propiciada por la prosperidad económica, sobre todo en empleos de baja cualificación insuficientemente cubiertos por la población española.

Además, la proximidad de España a África la convierte en la puerta de entrada de inmigrantes africanos a Europa; los lazos histórico culturales con América Latina atraen a personas de esta procedencia (ecuatorianos); y la bondad del clima mediterráneo atrae a personas del centro y norte de Europa (ingleses), así como la libertad de desplazamiento de dentro de la UE (rumanos).

Por parte de los inmigrantes extranjeros influyeron motivos económicos sobre todo.

b.- Desde 2008, la crisis económica y su consiguiente paro, ha provocado la disminución de las entradas de extranjeros y ha ocasionado retornos de inmigrantes a sus países de origen o emigración a otros destinos.

3.2.- Las características de la población inmigrante.

a.- El perfil de los inmigrantes varía según su procedencia.
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a.1.- Inmigrantes de la Unión Europea: jubilados que aprecian las condiciones climáticas del litoral como es el caso de británicos y alemanes sobre todo; o también, rumanos en su mayor parte que buscan mejores condiciones laborales que en su país de origen.

a.2.- Inmigrantes extracomunitarios: proceden de África (Marruecos); Iberoamérica (Ecuador, Colombia, Argentina, etc) y Asia (China y Pakistán), por motivos económicos. Suelen realizar trabajos de baja cualificación, que no suelen ser ocupados por los españoles.

b.- El destino principal de los inmigrantes suelen ser las ciudades con mayor dinamismo económico.

3.3.- Las consecuencias de la inmigración.

3.3.1.- Consecuencias demográficas.

La inmigración entre 1995 – 2007 impulsó tanto el crecimiento real de la población, por causar un saldo migratorio positivo, como la natalidad de modo indirecto. Por el contrario, desde 2008 ha contribuido a disminuir la población por la marcha de miles de inmigrantes.

3.3.2.- Consecuencias económicas.

La inmigración aporta población activa, que desempeña las tareas más duras y peor remuneradas, contribuye al crecimiento del PIB, aporta dinero a las arcas públicas (Hacienda, Seguridad Social). Suelen ser personas en las que el Estado gasta poco ya que vienen con una edad que no precisa gasto en educación ni en sanidad, apenas. Además se suelen marchar una vez que dejan de trabajar, no convirtiéndose así en clases pasivas.

Entre las consecuencias negativas habría que mencionar la presión a la baja sobre los salarios y el aumento del déficit exterior por el envío de remesas a sus países de origen.

3.3.3.- Consecuencias sociales.

Han surgido actitudes xenófobas o racistas entre algunos sectores que identifican a los inmigrantes con personas que “ocupan sus potenciales empleos”, consumen recursos sociales en perjuicio del bienestar de la población, y amenazan la identidad nacional. Por su parte, las dificultades de integración, por las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas, pueden suscitar tensiones con la población autóctona.

II.- La estructura y composición de la población española.

La estructura de la población es su composición por sexo y edad y por actividad económica.

4.1.- La estructura por sexo y edad.

4.1.1.- La estructura por sexo.

La estructura por sexo es la relación entre el número de hombres y mujeres que componen una población. Esta relación “sex ratio” se mide mediante las tasas de masculinidad o de feminidad. Cuanto más se aleja el índice de 100, mayor es el desequilibrio entre sexos.

Tasa de masculinidad: Nº de varones x 100/ Nº de mujeres = varones/100 mujeres.
Tasa de feminidad: Nº de mujeres x 100/Nº de hombres = mujeres/100 varones.

Los factores que influyen en la estructura por sexo son el nacimiento, siempre de un número mayor de niños (unos 105 por cada 100 niñas), la mayor esperanza de vida de las mujeres, y las migraciones, dado que suelen emigrar más los varones.

En España, la sex ratio de 2015 era de 96,5 hombres por cada 100 mujeres; pero la proporción entre los sexos varía según los grupos de edad. Entre los jóvenes predominan los hombres, debido a su superioridad numérica al nacer. En la edad adulta, las diferencias entre los sexos se acortan porque la sobremortalidad masculina se compensa con la inmigración de un mayor número de varones. Y en las edades ancianas predominan las mujeres gracias a su mayor esperanza de vida.

4.1.2.- La estructura por edad: una población envejecida.

La estructura por edad es la composición de la población por grupos de edad: jóvenes (0-14 años), adultos (15-64) y ancianos (más de 65 años). Se mide calculando los índices de juventud (porcentaje de jóvenes) y de envejecimiento (porcentaje de ancianos). Así, una población se considera joven cuando el porcentaje de jóvenes supera el 35%, y envejecida, si el porcentaje de ancianos supera el 12%.

Índice de juventud = Población de 0 – 14 años x 100 /Población total = x %

Índice de envejecimiento = Población de 65 años y más x 100 / Población total = x %

Los factores que influyen en la estructura por edad son la natalidad, en el número de jóvenes; la esperanza de vida, en el número de ancianos-as; y las migraciones, dado que los migrantes son habitualmente jóvenes.

En España, la estructura por edad se encuentra envejecida, pues los jóvenes representan un bajo porcentaje (15% en 2015) y los ancianos-as están muy por encima del 12% (18,4% en 2015.

a.- Las causas del envejecimiento, básicamente, son estas dos:
El fuerte descenso de la natalidad desde 1975, que ha reducido el número de jóvenes.
El aumento de la esperanza de vida, que ha incrementado el número de ancianos.

b.- Las diferencias territoriales en cuanto a envejecimiento arrojan fuertes contrastes entre el medio rural y las ciudades, así como entre comunidades autónomas.
Las comunidades con mayor porcentaje relativo de jóvenes son las que poseen una natalidad superior a la media (Murcia, Andalucía), o las que por su dinamismo económico han recibido un alto volumen de inmigrantes, que aportan población joven (Madrid, litoral mediterráneo).

Las comunidades más envejecidas son las que cuentan con tasas de natalidad muy bajas derivadas de la emigración de épocas pasadas (Galicia, interior peninsular); las que han recibido un volumen menor de inmigrantes; o han sufrido un prolongado efecto de la crisis de 1975 (cornisa cantábrica).

c.- Las consecuencias del envejecimiento y sus posibles soluciones.

Demográficas: Colabora al descenso de la natalidad y al aumento de la mortalidad.
Económicas: Reduce la población activa; incrementa el gasto en pensiones y en sanidad
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Entre las soluciones se hallan el recurso a la inmigración, el retraso de la edad de la jubilación, la reforma de la pensiones, la racionalización del gasto sanitario, el fomento del envejecimiento activo y la solidaridad intergeneracional.

4.2.- La estructura económica de la población.

La estructura económica de la población estudia la población que contribuye con su actividad al proceso productivo (población activa) y los sectores en que desarrolla esa actividad (los sectores económicos).

4.2.1.- La población activa.

La población activa es el conjunto de personas de más de 16 años que suministran mano de obra para la producción de bienes y servicios o que están disponibles y hacen gestiones para incorporarse a esta producción. Por tanto, comprende la población que trabaja a cambio de una retribución (población activa ocupada) y la que busca activamente empleo (población activa desocupada), bien porque habiéndolo tenido está en paro, o bien porque está buscando su primer empleo.

La población inactiva es la que no realiza un trabajo remunerado ni se encuentra disponible para desempeñarlo, como pensionistas, rentistas, estudiantes y personas dedicadas a las labores del hogar. La actividad de una población se mide con tasas como las de actividad, paro y dependencia.

La tasa de actividad: porcentaje de activos de una población. La forma habitual de calcularla es relacionando a la población activa (ocupados + parados) con la población en edad activa (más de 16 años).

Tasas de actividad = Población activa x 100 (ocupados + parados)/ población de más de 16 años.

Tasa de paro: porcentaje de población activa desocupada respecto al total de población activa.

Tasa de paro = Población activa desocupada x 100 / Población activa.

Tasa de dependencia: Porcentaje de población en edad de no trabajar (menor de 16 años y de más de 65 años) en relación con la población en edad de trabajar (16 – 64 años). Recae mayor peso sobre la población trabajadora cuanto mayor es el índice.


4.2.1.1.- La tasa de actividad.

Los factores que influyen en la tasa de actividad son demográficos como el porcentaje de jóvenes y ancianos, y el predominio de la emigración o la inmigración; económicos, como el nivel de desarrollo; y socioculturales, como la duración de la escolarización, el trabajo de la mujer fuera del hogar, y la edad de jubilación.

a.- La tasa de actividad ha pasado por diferentes etapas, entre la que destacamos, la sucedida entre 1985 y 2008, para explicar el presente. En esta fase sobresale el hecho de la incorporación de la mujer al mercado laboral, de forma creciente, por motivos ideológicos (cambio de mentalidad sobre su papel en la sociedad); demográficos (control de la natalidad); económicos (crecimiento del empleo en el sector terciario y necesidad familiar de un segundo salario).
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b.- La tasa de actividad varía según el sexo, la edad y el territorio.
En función del sexo, la tasa de actividad masculina sigue siendo superior a la femenina.
En función de la edad, las mayores tasas de actividad se da entre los 30 y 50 años.
En función del territorio, tienen mayores tasas de actividad aquellos territorios con mayor dinamismo económico (Madrid, País Vasco y Cataluña).

4.2.1.2.- La tasa de paro.

Los factores que influyen en la tasa de desempleo son diversos. Demogŕaficos: el volumen de la población activa. Económicos: las coyunturas de expansión o de crisis; la estructura económica del empleo. Sociales: la flexibilidad laboral y para el despido. Y culturales: la formación de la mano de obra.

La tasa de paro ha pasado por diferentes etapas (ver pg 316. ¿Ampliación?).
La tasa de paro presenta variaciones (ver pg 317. ¿Ampliación?).
Para fomentar el empleo (ver pg 317. ¿Ampliación?).

4.2.2.- Los sectores económicos.

(ver pgs 318 – 319 ¿Ampliación?).

La población activa se distribuye entre los sectores económicos primario, secundario y terciario. Su evolución ha pasado por varias etapas desde principios del siglo XX.

A principios del siglo XX, el sector primario ocupaba a la mayoría de la población, dado que la economía y la sociedad eran agrarias. Entre 1960 y 1975 se aceleró la reducción de la población ocupada en el sector primario al intensificarse el éxodo rural con la mecanización del campo y con la oferta de empleo en otros sectores (Secundario: Industria y Construcción; Terciario: Servicios).

Desde 1975 la ocupación en el sector secundario ha disminuido hasta alcanzar un 20% en 2015. Es el sector terciario el que se ha erigido en el mayor empleador de población (76% en 2015).


21/12/16

Son casi 9 folios, que se quedan en 7 si le quitas todos los títulos – guiones; y si además tienes en cuenta el vocabulario que es común para preguntas de desarrollo y vocabulario, se queda aún en menos.










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